EL POR QUÉ DE ESTE BLOG

EL POR QUÉ DE ESTE BLOG

Bueno, bueno, bueno, pues se explica en pocas palabras: ESTOY EN EL PARO.

Si, después de 34 años trabajando, ahora estoy en el paro y como la cosa me temo que va pa´ largo, pues tengo que fogá, ¿sabéis lo que es eso?, pues que necesito algo que hacer para quemar energía.

Trabajando en hostelería, tratas con todo tipo de personas al cabo del día, clientes y compañeros de trabajo, y si además la mayoría son mujeres, que somos muy charlatanas y llevamos muchos años trabajando juntas, filosofamos mucho de familia, noticias, arte, cultura, actualidad en general y cotilleos; pues eso es lo que me falta, compartir.

Cuando estoy cocinando con la radio puesta y me viene a la cabeza algo que creo es interesante y que podría compartir, lo escribo en el ordenador, y como me he apuntado al feisbuk, lo comparto con la corrala cibernética de familia y amigos.

Ahora me han dicho que sería interesante que hiciera un blog. Pues vamos a ello.

Advierto que son cosas mías, igual hay veces que se me va la olla, son cosas cortitas del día a día y los que me leen hasta ahora dicen que les hace gracia, sólo escribo cuando encuentro algo que me inspira y creo que se puede compartir.

SI ME QUERÉIS, SEGUIDME.

martes, 8 de diciembre de 2015

ME LLENA DE ORGULLO Y SATISFACCIÓN...

Me llena de orgullo y satisfacción vivir en un país maravilloso llamado España y ver cómo los casos de corrupción que empañaban nuestra convivencia y nos hacían soltar sapos y culebras en contra de la clase política, toda la clase política, sin siglas, sin derecha ni izquierda, toda, de norte a sur y de este a oeste, -toda la clase corrupta que se ha quedado con el dinero que a los españoles nos han robado-, está señalada, identificada y puesta en manos de la justicia. Es que no me lo podía creer, que casos flagrantes, denunciado durante años, en conocimiento del público en general y echando todo el mundo chispas y con ganas de meterle fuego a todos los políticos, y que no hacían nada, pero nada de nada…, estaba que me subía por la paredes, porque por culpa de unos ladrones sinvergüenzas que nos estaban tomando el pelo constantemente se armaría una guerra civil, pero de las gordas y el gobierno sin tomar cartas en el asunto.

Comprendo que en los debates se antepusieran otras cuestiones, pero es que nos estaban envenenando, ya no se podía creer en nada, porque sin solucionar la corrupción, cualquier propuesta, por muy buena que fuera, que salía del gobierno, era analizada y mirada con lupa para ver quién se llevaba tajada. Lo bueno es que a la sombra de la corrupción, han surgido nuevos partidos, que sacuden el árbol y les hace reaccionar, ¡bien por ellos!.
Otra cosa que espero, ya que estos ladrones y corruptos están identificados, es verlos en la cárcel y devolviendo lo que han robao. Lo espero y lo deseo, por el bien de los buenos y honrados políticos y si puede ser ahora, mejor que mañana que terminen la campaña. No se vayan estos a creer que por ponernos todos los días a la Pantoja en la cárcel a la hora de comer, se nos ha olvidado. Que nos entretengan es una cosa, pero que crean que con eso olvidamos a los Pujoles y los ERES de Andalucía, es que creen que somos jilipollas.

Porque el dinero, a través de nuestros impuestos, le va a seguir llegando al gobierno, sea el que elija el pueblo y esté en el poder, y ellos pelean porque lo saben, que van a tener dinero para manejar y les vamos a volver a llenar las arcas, porque la fuente del turismo, por ahora, no falla y es lo que da trabajo a la mayoría de la gente, y donde hay industria y fábricas es donde se oye a los políticos que quieren meter mano. Lo que necesitamos son buenos gestores que sepan administrarlo, y si no, una buen patada en el culo y aire, a trabajar en el campo testando pepinos.

Que no perdamos una buena sanidad pública y una buena enseñanza pública, de calidad y gratuita. No debemos perder este derecho que es lo mejor que nos ha pasado, hay que amarrarlo bien amarrao y no dejar que con capotes sobre independencia y nuevas comisiones y nuevos cargos que se llevan nuestros dineros y desmembrando el país, para que entre unos y otros sigan  mareando y explotándonos.

Me llena de orgullo y satisfacción oír que el que robe se apartará de la política y le harán devolver lo robado, espero que con efecto retroactivo, que de borrón y cuenta nueva nada, pero nada de nada, que los que hay señalados, imputados y probado que han mangado… que los encarcelen ya y que les quiten lo robado ya. Mañana será tarde si no hay un escarmiento ahora, pa´ que los que se presenten a política con ánimo del “todo vale” se lo piensen dos veces.


He dicho. We keep in touch, tú ya sabes…


¡¡FELIZ NAVIDAD A TOD@S!!

sábado, 21 de noviembre de 2015

AÚN NO SÉ CÓMO LLAMAR ESTA CRÓNICA

No sé cómo llamar esta crónica/desahogo, si “las nuevas tecnologías y la madre que las parió” o “el día en que la Paca hizo su primera reserva con Booking por Internet”.
Esta era moderna a la cual nos vemos arrastrados, en la que te quedas obsoleto, defasé, demodé, rancio, viejo, no sabes nada de la vida y que te sorprende a cada paso que das, me da qué pensar sobre qué es lo que se estudia hoy en día para poner a disposición de las nuevas tecnologías, la manera de engañar al prójimo.
Todavía estoy dándole vueltas a la cabeza a lo que má pasao y como sé que me lee gente muy ilustrada y más moderna que yo, comparto crónica/desahogo con el ciberespacio, no para que me pongan de idiota ni de majareta, que pa´ eso ya tengo a mi media costilla, experto en el tema, sino para que me digan si eso es legal.

A ver, ojo al dato. Se alinearon los astros para que me pudiese acoplar a un viaje que tenía programado mi hermana a Madrid con unas amigas Belgas. Acoplamiento que tuvo lugar en una hora: hacer maletas, ducharme, dejar lentejas hechas y buscar alojamiento en el mismo hotel que ellas.
Me pasó mi hermana el número de teléfono del hotel en Madrid, un tres estrellas, bien situado para ver los teatros, esquina Gran Vía, y me ofertaron para el miércoles a cincuenta euros esa noche, al día siguiente subían el precio y para los siguientes no tenían habitación, estaban completos, pero me dijeron que había hoteles cerca y que probase con  Booking.
Ni qué decir tiene que yo he trabajado durante treinta y cinco años en un hotel que tenía en sus tarifas precios distintos según el tipo de habitaciones, temporada media, alta y baja, precios con comidas, desayuno o media pensión y que llevo viajando, como mínimo, una vez al año, pero siempre a través de agencias de viajes, nunca yo sola y menos aun reservando por Internet.
Ahora te dicen que en Internet está todo y encuentras de todo si tienes tiempo para “bichear” y la conexión es buena.
Bueno, pues como puse el turbo y en media hora estaba ya duchada y con la maleta lista, me dije: - “voy a probar por Internet, total, ya tengo móvil y sólo se necesita una tarjeta de crédito”- y me conecté a Internet y busqué en la página Booking “hoteles en Madrid”. Reservé para el resto de los días, y puestos a buscar, busqué el mismo hotel de mi hermana –donde me dijeron que no había disponibilidad-, y cuál sería mi sorpresa que me dieron habitación para el resto de los días. Reservé, y como no estaba muy conforme, cuando llegó mi hermana miramos que fuese ésa la fecha correcta, ya que la recepcionista al teléfono me dijo que estaban completos. Y nos fuimos para Madrid, en coche, llegamos a las nueve y media de la noche y el hotel nos recibió, una habitación frente a la otra, misma planta y todos contentos.
Al otro día paseamos, disfrutando del Madrid de los Austrias y por la noche vimos una obra de teatro, “Priscila reina del desierto”, de transformistas y drag queens, con música en directo, chulísima.
Bueno, pues al segundo día, estaba sentada en el baño, cogí el móvil para “bichear” y vi que tenía un mensaje de Booking. “Sra. Su reserva se ha efectuado correctamente en tal hotel, los días tal y tal pascual. Total: dos mil quinientos euros”. Todavía tengo el tracto urinario resentido, porque en aquel momento se me quedó en stand by y se me cortó el chorro. Luego pensé que era una broma. Lo volví a mirar y a remirar, me puse las gafas y no me lo podía creer, ¡dos mil quinientos euros por tres noches un hotel de tres estrellas en Madrid!. Estaba pagando como si me fuese de crucero de lujo. Bajamos a la recepción y pedí mi factura,  y efectivamente, mismo precio por la reserva. No me lo podía creer.
La explicación del recepcionista, “como estábamos completos, subimos la tarifa a novecientos euros la noche, y como usted reservó, trasladamos a los clientes de esa habitación a otro hotel”. O sea, yo tengo el hotel completo, pero como estoy aburrío planto el deo en el precio por habitación y lo subo hasta donde me deja el aburrimiento, esperando que el pringao de turno, despistao con prisa, o sea, la Paca, reserve y ¡zas!, te pillé, y me arreglas el mes con consentimiento de una página de Internet que se supone te está ofertando el mejor precio del mercao.

Todavía me estoy preguntando si eso es legal.

De acuerdo que yo vi el mensaje a los dos días porque no estoy muy ducha todavía con el móvil, pero vuelvo a preguntarlo ¿ESO ES LEGAL?
Ni os cuento hasta dónde se me subió la tensión y el mosqueo que me pillé mirando la cara tan dura del recepcionista pretendiendo cobrarme esa factura, la cual pagué finalmente tras hablar con Booking,  pero a un precio normal de mercado, y al cual le dije que ningún tipo de explicación que me diera me valía, que la picaresca española llevada a la máxima potencia y un sinsentido tan grande, no tenia ningún tipo de explicación.
Yo sé que los tiempos han cambiado, pero la picaresca que enmascara la honradez y la poca honestidad que se ampara al abrigo de las nuevas tecnologías, lo siento si estoy vieja, pero no las comparto. Ese “todo vale”, sin controles en precios ni horarios, donde a la más mínima te la están colando, no es propio del mercado español, es propio de chanchulleros, marrulleros y de gente dada al regateo y al engaño. Y a mi me da mucho coraje que me engañen.

Estaré más atenta la próxima vez. We keep in touch, tú ya sabes…





miércoles, 21 de octubre de 2015

SI LA SUERTE FAVORECE A LOS PREPARADOS...

Cuando yo era chica, mi padre era de la mar, pescador, y éramos pobres, muy pobres, como sólo puede serlo quien no sabe cuándo vendrá una buena pesquera para ganar algo de dinero, de noches de mal tiempo y noches de no sacar ni pescado para la casa.
A fuerza de mucho pelearse con mi madre y de hacerle ella el cigarrón en la cama, consiguió que trabajase en tierra; por aquel entonces ya tenía cuatro hijos en el mundo. Cuando mi madre no estaba embarazada, limpiaba y planchaba por horas, porque nunca quiso pedir prestado para pagar más tarde, como le decía mi padre que hiciese y que tenían por costumbre hacer las mujeres de los demás pescadores.  Mientras tanto, todos íbamos al colegio, todos, porque mi madre sabía que la única manera de salir de aquel pozo era preparándose para conseguir un buen trabajo, ya que no se disponía de ninguna clase de renta ni esperábamos ninguna herencia de algún pariente lejano.

Bueeeeno, pues mi padre, por fin, entró a trabajar en el gran hotel Don Pepe, cinco estrellas gran lujo, de ayudante en el servicio técnico, sueldo fijo, pagas extras -que nunca se vieron porque eran para profesores particulares de idiomas y matemáticas-,  y puntos por familia numerosa. Y a pesar de todo, cuando mi hermana la mayor cumplió catorce años,  tuvo que ponerse a trabajar porque con lo que ganaba mi padre no había suficiente para comer. Para comer simplemente, ni hipotecas, ni coches, ni viajes: no había suficiente para comer.

Ahora estoy oyendo al presiente de Caritas denunciar en televisión que a pesar de conseguir trabajo, siguen necesitando ayudas las familias para poder comer, que los sueldos son bajos y precarios.

Tengo a una amiga que trabaja en un hotel en el cual llevan más de cinco años soportando EREs, impagos, no hay subidas de salarios y ya ni se acuerda de la última vez que recibió una nómina completa. En todo este tiempo, el hotel no ha cerrado, siempre tiene trabajo, incluso más este año, que con la crisis del Mediterráneo, con los terroristas asaltando a los turistas,  se ha notado una importante afluencia de gente en los hoteles de España. Y ahora viene lo mejor: la empresa les ha propuesto a los trabajadores que este invierno, como no ven opciones de hacer EREs (ir al paro tres meses), -presupongo que porque han tenido buen año y el gobierno no le va a aprobar las cuentas-, les dicen de trabajar por el tercio del salario y el resto cobrarlo cuando llegue el verano, cuando al mes de noviembre, aún hay personal que no ha cobrado agosto. ¿Es o no es para hacer igual que en Francia y rajarlos?, porque ya no es sólo el miedo al despido, es el desamparo de los trabajadores a la hora de aceptar o no unas condiciones de trabajo que durante cuarenta años eran impensables para este pueblo, que ha organizado huelgas salvajes por los derechos de los trabajadores y que ahora ve cómo políticos y empresarios se dan la mano con sindicatos en cenas y comités, mientras se pisotea a la clase obrera.

Si volvemos a estar como antes de firmar la Constitución Española, será porque a los políticos les interesa, sino no se entiende este retroceso tan evidente en la sociedad.

Y yo lo único que digo es, si la suerte favorece a los preparados, el destino favorece a los valientes.


Estaremos en contacto. We keep in touch, tú ya sabes…


sábado, 26 de septiembre de 2015

OTRO SEPTIEMBRE

Pues no, este año con la llegada de septiembre ni ha llovido lo suficiente pa´ llevarse las miasmas de tó el verano ni se han marchado tan pronto los turistas, al contrario.
Y aquí sigo yo, con mis neuras, repasando las entradas antiguas de mis crónicas y viendo que no ha cambiado en nada mi opinión, sigo como el del chiste que me pasó mi gente: “si hay guerras, los políticos por seguir chupando del bote no saben cómo anestesiarnos la mente con noticias catastróficas y la gente sigue sufriendo y aparecieran unos extraterrestres…, tú qué harías?” – “Pues cocretas, que les gustan a todo el mundo, eah”-. Pues eso, con la masa de las cocretas enfriando y las lentejas hechas, toca crónica.

No hay nada, aparte de un angelito que nos ha caído del cielo, que haya cambiado mi rutina, y este angelito, que se llama Candela, se ha incorporado a la corriente familiar sin alterar paseos, salidas, comidas, cafetitos ni nada, la tía parece que ha estado ahí toda la vida. Ya tiene pá cinco meses y está adorable, achuchable y no digo nada más para no llamar al vajío, la mala suerte, el mal de ojo y todo lo que ya sabéis, que creer no creo, pero por si acaso.

Me incorporé también, además de al mundo de las abuelas, al de las nuevas tecnologías. Tengo móvil, pero no sé pa´ qué, la verdad. Es un incordio, muy grande para poder ver las letras, pesa como un mastodonte, no lo localizo cuando suena y como esté con el guasa en línea, se me queman las papas y la gente se queda esperando que conteste, y estoy segura que cuando lo necesite para llamar a una urgencia, seguro, pero seguro, que estará sin batería, porque esa es la única excusa para tener un móvil.

También anteriormente comenté que me regalaron un libro electrónico, que es al contrario, pesa menos que un libro y sí, este sí es un buen invento,  que me lo llenaron de lecturas varias. Como ando un poco dispersa en verano, pues estuve leyendo cositas entretenidas, de ya sabes… fuertotes de las tierras altas, brujas y dragones, aventuras varias y últimamente unas series de lecturas que me dijo mi hermana que eran juveniles. ¡La leche!, juveniles, me cago en la leche con la Sylvia Day, pornográfica total, pero pornográfica siguiendo la estela del Grey, con títulos como Afterburn y Aftershock, Atada a ti y otros por el estilo. Me saturé, dije basta, no sabía que para hacer una coca-cola se pudiesen escribir doce páginas, y en los libros hay unas pocas de esta serie, te puedes figurar la de hojas que pasas para seguir el hilo y encontrar un argumento que no sea tragar, chupar, sudar, empujar, volver a chupar, tragar y empujar, ¡por diossssss!, qué fatiguita, más increíble que las cuatro vueltas de campana que dan los protagonistas, el Tom Cruise en su última película de misión imposible y salen indemnes. Increíble, vaya, que si esperas encontrar pareja leyendo estos libros es como pensar meterte a policía y ser el Increíble Hulk de fuerte, totalmente fuera de la realidad. Puestos a leer fantasía, me quedo con otra clase de lectura. Vaya, que ya los he borrado del electrónico.

Sin embargo aún estoy conmovida con el último libro que me ha pasado mi hermana, en papel, se llama El arte del pastel perfecto de Sarah Vaughan. Sí, estoy conmovida cuando veo que alguien utiliza la literatura de una forma tan magistral que puede emocionar, sólo leyendo y sin imágenes puedes oler, tocar texturas, ver colores y ponerte un nudo en la garganta de emoción cuando empatizas con algunos de los personajes. Me ha encantado y me ha animado a escribir algo, porque últimamente estoy tan saturada de malas noticias y de politiqueo barato que, la verdad, aparte de un buen libro y los quehaceres diarios de ama de casa, esta es la única chispa que me ha asaltado por ahora.


Y nada, seguimos en contacto. We keep in touch, tu ya sabes…


martes, 1 de septiembre de 2015

ANASTACIA EN STARLITE 2015

Lo siento mucho hermano, no sabes cómo lo siento, pero te perdiste el concierto, maldita hernia lumbar. Te resarciremos, aparte de que te debemos tu regalo de cumpleaños, no sé cómo, pero te resarciremos de algún modo, mientras tanto, esta crónica va por ti, para que te mejores prontito.

Bueno, bueno, bueno, estoy seca de crónicas cotidianas, peeeeeeero este concierto extraordinario lo comentaré, porque como dice mi hermana, “ya tenemos crónica”.

Comenzamos por vestirnos para un concierto, con taconazos y no sé, no sé, porque después de ver el batiburrillo de vestimenta playera, bermudas y bambas que vimos esa noche, creo que mientras no arreglen la entrada, es lo mejor, porque se han gastado un pastón todo el año en promoción de este festival, donde vienen artistas que mueven masas, y ya podrían arreglar un poco la entrada, que siempre nos puede el casposerío y nos hunde el mantenimiento. Por favor, mi cuñá me dice que dónde me he criao, que protesto tanto. No sé si es protestar o constatar lo que hay, y lo yo he visto es poco mantenimiento a la entrada, que es un largo recorrido desde el aparcamiento hasta la cantera, para hacerlo procurando no doblarte un tobillo.

En cambio, una vez que subes a los autobuses que te llevan a la cantera, dentro del recinto, se está bien. Las copas no son “excesivamente” caras antes del concierto y se puede comer algo decente, la oferta es muy amplia desde abajo hasta arriba.

Luego está el concierto en si, que es otra historia. La acústica de la cantera de piedra es maravillosa y Anastacia, aunque chiquitita,  grande, muy grande, subida a unos zuecos imposibles de describir con vaqueros blancos, camiseta lencera marcando… y chaleco de flecos. Cantó con ese estilo que ha creado ella, que le llama “sprock”, mezcla de soul, rock y pop, que me enamoró desde su primer disco. Canciones nuevas y viejas, sólo cuatro músicos en el escenario y dos muchachas del coro, no hizo falta nadie más para que aquello sonara maravilloso, con una Anastacia adorable, que se jartó de hablar en inglés dejando a la mayoría del público pidiendo subtítulos, ¡porque mira que habla!, interactuando  con el público, haciendo selfies, y cada vez que gritaba “¡guapaaaaaaa!” con esa voz americana que parecía de borrachita, se nos metía en el bolsillo, simpática como si fuera nuestra prima más cercana y ese torrente de voz negra, que cuando se cambió el chaleco de flecos por uno largo de tigresa y se colocó sus gafas rockeras, nos pegó un subidón de rock que parecía que teníamos al Leni en el escenario.
Subió al escenario para cantar una canción con la pequeña de nueve o diez años que ganó  la voz  kids y lo hicieron fenomenal, y ya cuando sonó el I´m outta love, tenia al público en pié bailando. Se bajó del escenario, firmó discos, autógrafos, respondió a tres preguntas de los espectadores que habían metido en una caja… Ya te digo, simpática, cercana, gamberra y adorable Anastacia, aparte de una gran cantante, aunque eso ya lo sabía, el verla actuar en persona, me ha encantado.

Y bueno, a la salida del concierto un espectáculo de burlesque muy entretenido mientras se van marchando los que no pueden quedarse más tarde… y otro año más ver un concierto de esta categoría en Marbella que mereció la pena.


We keep in touch, tú ya sabes...


miércoles, 29 de julio de 2015

MARC ANTHONY EN MÁLAGA

Pues sí, mientras les doy los cien días de cortesía pa´ comentar otro tipo de actualidad, -que aunque ya sabéis que este blog no es político, la actualidad es la actualidad…-,  me fui de concierto a Málaga a ver a ese peazo de fistro pecadorrrrr pajillero que no tiene pecho pa´ tanto torrente de voz como derrocha, ¡por Dios, si es un pajarillo que sólo tiene huesos!
Se oía a las mujeres gritarle –“¡guapo!”-, y está mejor ¿eh?, no lo recordaba yo tan esclarecío de cara y con tan buen semblante. Se quitó la gafas y normalmente tiene un cara cetrina ojerosa, que no da bien en las fotos, pero al natural se puede mirar, casi casi diría que estaba guapo, pero hacía tanta caló, ¡pero caló!, que pensé, -“éste no acaba el concierto y se nos termina haciendo un charquito, el pobre Antoñillo”-.
Pero qué va, sudaíto y tó cantó ante un público entregao, -yo la primera-, que se sabía todas sus canciones, y nos volvió a enamorar con su torrente de voz tan melódica.


Y mira que a mí, de los cantantes latinos, me gusta algunas canciones, porque tienen mucho ritmo, pero eso de “¡a gosar!” y a refregar  la cebolleta, tengo ese puntito reprimío, que a mí que un tío que no conozco de se me restriegue, como que no, yo me restriego con mi marío y punto. Lo siento, seré una reprimía, pero los bailes latinos, con tanto golpe de cadera que cualquiera se te restriega, sin haber sido presentados y sin saber dónde ha meao ese tío antes, como que no.

Nos engañaron como a chinos con las entradas VIP, porque aunque le vimos bien, estábamos apretujaos como sardinas, casi a pié quieto dos horas, y soportable sólo a golpe de abanico. Este concierto se merecía un estadio más grande, al aire libre y con el mismo precio en todas las entradas, para moverse y disfrutarlo más, y no que pagamos un precio excesivo que no lo valía.

Con la última canción, VIVIR LA VIDA, cuando la letra decía, “a veces llega la lluvia, para curar las heridas”, comenzó a caer gotas del cielo y nos llovió un poco aliviando el calor, fue mágico. Parecía que hubiese sido obra del organizador, que no sé quién es, pero desde luego tuvo menos detalles que un panda, ¡ni papel del water puso, oigan! Una verdadera caca de patrocinador, al que le dieron mucho bombo y mucho instagram y mucha foto para ver lo lleno que estaba el aforo, pero ya digo, ni papel para el water puso, y mucha promoción de ron caribeño, pero no podías tomar un chupito, -para probar, digo yo-, no, qué va, una botella a sesenta y pico euros, pasote, pero pasote. Nos quitan a la entrada del concierto las botellas de agua y luego te las venden a diez pasos a dos euros la botella pequeña, que en muchos conciertos, si son de plástico y le quitas el tapón, te la dejan llevar. Lo siento por parecer una rata, pero es que hizo tanto calor que a poco que te movieras te deshidratabas.

Ya digo, el público entregaísimo y el cantante emocionao por tanta devoción, no es para menos, hizo un peazo de  concierto, y lo que no me gustó fue que sacó al escenario a los dos morenitos con los que canta lo del arroz con habichuelas y no lo cantaron allí. Pues entonces que no hubiesen salido al escenario, nos  puso los dientes largos y nos dejó estrellaos, porque ante un público tan entregao, hubiese sido todo un detalle.


Olé por el Marc, Antoñillo pa´ los amigos. We keep in touch, tú ya sabes...


lunes, 6 de julio de 2015

EURODISNEY 5

La primera vez que fui a Eurodisney me encantó. El parque llevaba sólo cinco años abierto y era una pasada, bonito, bonito pa´ reventar, era como estar en los cuentos Disney con los que habíamos disfrutado mis hermanos y yo de pequeños, fuera del papel. Qué pasote, disfruté con las atracciones en las que me monté, -que no todas porque tengo mucho vértigo-, teatros, espectáculos y actuaciones de primerísima calidad, y desde que ponías el pié en el hotel del recinto todo era “aquí se viene a ser feliz”. Le compramos unos libritos de autógrafos y unos bolígrafos a los niños y estuvieron todo el tiempo de atracción en atracción y achuchando a esos personajes tan adorables y amables que querían que adoptáramos. En los hoteles, camas king size, nunca había visto yo camas tan grandes. Peeeeeeero… pasamos hambre. Mis hijas pasaron hambre en el parque, mucha hambre, la comida era plástico, carísima y malísima. Volvimos otras tres veces más, ya preparados con nuestros paquetes de embutidos y pan, porque llegué a pensar “la próxima vez que vea al Donald, me lo llevo y nos lo comemos al horno”, del hambre que teníamos, pero el parque merecía la pena, a pesar del tiempo tan horroroso, a pesar de esa lluvia que te levantabas con el día gris y lluvioso una y otra vez y después de dos días, cansados y mojados, le digo a mi hija chica: -“ponte el chubasquero que te vas mojando”- y me contestó: -“ojalá pillara una pulmonía que me llevara de vuelta a Marbella”-, de lo jarta que estaba del mal tiempo.

Bueno, hemos vuelto al cabo de pfffffffff ¿cuántos?¿quince años?, más o menos.
Ya sabíamos por las noticias que los americanos se retiraron del parque y que éste daba pérdidas, pero mi hija que estuvo el pasado invierno antes de casarse, nos dijo que ampliaron, que había atracciones nuevas y les había gustado mucho.

A ver, estas son mis experiencias, ni soy crítica de nada ni me pagan por las crónicas, ¿eh?, que es sólo mi opinión…

Pues esta vez, nos encontramos varias de las atracciones cerradas al público. No había espectáculos como en otras ocasiones, el único que vimos fue el de Frozen, con un escenario magnífico en un granero espectacular, donde en cada actuación caben cientos de personas, la mayoría españolas, y sin teatro, tan sólo un cuentacuentos del tipo “canta conmigo”, en francés e inglés, tan insulso que la mayoría nos quedamos fríos, tirándole grandes pelotas al público -que lo único que hacían era distraerte del escenario, porque no sabías por dónde te iba a venir el pelotazo- y una princesa helada que no sabía cantar, con un horrible pelucón y poco más. Decepcionante. En cambio, los niños disfrutaron a tope con las atracciones fuertes del ascensor, la barca de fórmula uno, la de nemo, que les lleva por la corriente de las tortugas, y mención aparte el restaurante y la atracción de Ratatui, donde te subes en unos carritos y con las gafas en 3D entras en la película y vives una escena súper divertida en la cocina.
Luego, los personajes Disney no pululan como antes por el parque a disposición de los niños, qué va, si tienen que dejar a un niño llorando con el libro de autógrafos y el boli preparado, lo dejan y se van para otro lado, de nada vale que el padre corra y se quede con las ganas de coger a la ardilla por el rabo, que te dejan al niño estrellao y punto. En cambio, si pagas en un restaurante una comida con personajes Disney, son tan melosos y pesaos,  que ni comer te dejan, pero claro, tienes que pagar un extra.

Hemos comido súper bien gracias al empeño de la cuñá, que se informó de cuáles eran los mejores restaurantes, pero muuuuuuuuuuy leeeeeennnnntos, hasta el punto de provocar dolor de cabeza por la espera, de lentos que son.



En general, se nota la falta del espíritu Disney, porque la atención de los franceses hacia los niños  -y los adultos-  es nula. La presencia de público español en el parque sigue siendo mayoritaria, no lo sé con seguridad porque no he buscado la estadística, pero creo que si los españoles dejásemos de ir al parque se notaría.

Después de un día de parque, agotaos hasta reventar, vimos un espectáculo de luces, música, fuegos artificiales, juegos de agua y fuego, todo con el castillo de fondo, espectacular, y miles y miles de personas abandonando el parque, que no sé cómo dicen que da pérdidas y se ve tan deteriorado, porque eran muchas miles de personas las que salíamos y entrábamos en el parque al cabo del día. No dejan de ampliar hoteles en las campiñas de los alrededores y nos dijeron que una zona del parque se ampliaba con nuevas atracciones, las cuales no sé si visitaré en un futuro con mi nieta, -nunca diré de este agua no beberé-, pero espero que el parque recupere el espíritu con el que abrió, porque si no, sólo es una feria grande y tendrá que quitar el nombre de Disney, poque el merchandising es chinesco a tope y en todas las tiendas hay mercancías al 70% de descuento (que por otra parte, es de agradecer, porque los precios normales son prohibitivos).

Bueno, estaremos en contacto, que el verano se presenta caluroso. Ya sabéis… we keep in touch.





miércoles, 17 de junio de 2015

LA MALA EDUCACIÓN II

Po zi, es mala educación y punto.

Estos meses pasados de comuniones, que da la casualidad que he asistido a la Iglesia a unas cuantas celebraciones seguidas, ¡qué paciencia, Dios mío, pero qué paciencia tiene ese cura!, y qué arte, no se puede tener más arte diciendo a la gente que, por favor, pero que por favor, QUE SE CALLEN.
Me siento enojada y me da vergüenza ajena cuando oigo a ese cura regañar tanto en una iglesia abarrotada, -se supone de fieles-, que quieren compartir un gran día de pequeños que llevan tres años de catequesis, ¡TRES AÑOS!, preparándose para un día en que van a tomar por primera vez la ostia, y al cura  le dan ganas de sacar el látigo y expulsar a los mercaderes de la Iglesia, pero ¡por favor!, cómo se les puede fastidiar a unos niños su día por no tener la suficiente educación y guardar silencio.

Cuando yo era joven y asistía con mi novio a alguna celebración de Iglesia, los muchachos se marchaban fuera, o alguno incluso no llegaba a entrar y nos esperaban en una bodega o en la esquina charlando entre ellos, que no les interesaba lo que allí se celebraba. Creo que la primera vez que mi marido asistió a misa fue el día de su boda,  y porque no pudo mandar en su lugar a nadie…
Yo no le obligo si no quiere entrar, lo que no soporto es que una vez dentro me dé la tabarra, que se salga fuera y espere, o que no venga, pero hemos asistido a un bochornazo cada vez, aguantando ese chaparrón del señor cura, que nos ponía rojos a los que teníamos algo de vergüenza y mandaba callar cada dos por tres.
El cura se preguntaba que cómo se han podido perder las formas de esa manera, que en el cine, teatro, museos, se guarda silencio y se mantiene la compostura y en la Iglesia no, pero ¿por qué no?.
 Este domingo, sin ir más lejos, asistí a un bautizo. Bueno, pues tres veces me pusieron unos señores el culo en la boca, y tres veces tuve que rogarles que se apartaran porque yo estaba sentada y ellos se ponían de pié delante mía, con su culo a la altura de mi boca.  Por último mi marido se calentó y tuve que contenerlo y levantarme para poder ver en paz la ceremonia.

No hay derecho, estoy indigná. Llega la gente tarde y se pone a saludarse dentro de la Iglesia y van subiendo el tono, que de verdad es de vergüenza, porque como dice el cura, le estáis chafando la ceremonia a unos niños que después de tres años preparándose, éste es su momento, y no lo disfrutan por culpa de unas personas que supuestamente les quieren, pero que no pueden estar callados, y a unos padres, que quieren vivir este momento íntimamente o compartirlo con familia y amigos, pero que no pueden porque no les dejan.

Este año pasó, espero que el año que viene se guarden las formas, y si no, propongo que las catequistas saquen el látigo y despachen a quien no sepa comportarse dentro de la Iglesia. He dicho.

Y como me he calentao, para aguantar los calores del verano, os propongo hacer batidos con piña y sandia. Cuando yo las compro, primero las hago trozos y las guardo en la nevera, luego le añado unos trozos a la batidora con un poco de agua y en vaso largo con pajita entra de vicio. También, como han madurado todos los limones de golpe, hago una limonada: primero meto un vaso con agua y cuatro cardamomos en el microondas para que hierva, luego en una jarra de dos litros pongo el zumo de seis limones, el agua con el azúcar derretido y las semillas de cardamomo, dos rodajas de limón y lo lleno de agua fría y hielo. Vitamina C pa´ estas calores y menos Coca-cola, que pone a los bebes nerviosos.


We keep in touch, ya nos vemos...


jueves, 7 de mayo de 2015

TOUT ATTACHÉ

Buenas, amig@s cibernétic@s del espacio sideral. Como habréis comprobado,- y si no, ya os lo digo yo-, últimamente no tengo mucho tiempo para escribir, y no es porque no tenga nada que contar, ¡es que no tengo tiempo!, y cuando me prodigo poco con la escritura, os diré una frase que me encantó de la película de Ana y el rey de Siam, cuando van en el barco por el río, y el rey le dice a la Ana, “cuando una mujer que tiene tanto que decir, calla, su silencio suele ser atronador”. Pues eso, que aunque no lo comparta, estoy que no paro.
Después de un puente en el que hemos celebrado comunión, escapada a Córdoba y día de la madre, con nietecilla de por medio incluida, lo siento, pero el pellejo no me da para más. Además, también me apunté a clases de francés, asignatura pendiente durante mi actividad laboral a la que nunca había podido dedicarle un minuto y ahora estoy en ello, y por eso también el título de esta crónica: he aprendido una palabra que me encanta decirla,  tout attaché,  que significa todo junto, sin espacio, o sea, como nosotros, que vamos a todas partes como una piña, sin fisuras, apretaos, y cuanto más achuchaos, mejor nos encontramos.

Pues el viernes, que fue fiesta, tuvimos la magnífica celebración de la Comunión de  mi sobrina, y estando mi cuñá de por medio, no esperábamos menos, cuidado hasta el último detalle y más.  Simplemente PERFECTA. Ahora, sin tanto ajetreo, entrará en depre o surmenage, menos mal que hay una escapada a la vista, si no, habría que buscarle algo que hacer.

El sábado me fui con mis hermanas a Córdoba. El año pasado ya habíamos visto los patios y ahora tocaba las famosas cruces. Con la primavera andamos con la sangre emberrechiná y nos salen unas ganas de juerga que en cada esquina montamos un chiringuito, un poco de musiquita, unas cervecitas frescas, unas palmas y, si con la caló que hacía, te animas, ya está la fiesta formá. ¡Dios mío, qué caló, pero qué caló pasamos!, menos mal que a la hora de la siesta nos refugiamos en una tetería de esas morunas en las que casi te acuestas, con tantos cojines, porque andábamos a punto de darnos un buen chungazo y caernos en redondo. Hasta las pobres flores de las cruces lucían chuchurrías.

Y el domingo, a celebrar en el campo el día de la mamma, que como las madres somos así de generosas, no esperamos nada, sólo unos buenos besos, achuchones y abrazos, compartir un arrocito y algo dulce de postre, ¿o no?, y qué más dulce que unos brazos al cuello achuchándote…, pues eso, tout attaché.



No sé si es porque otros destinos turísticos del Mediterráneo están algo inseguros, que estoy viendo muchos más turistas por las calles. Pero es que Marbella es muy pequeña, tiene un casco antiguo súper coqueto, pero son sólo dos o tres calles, que si los de aquí saliésemos y lo pateásemos más, no habría sitio ni pa´ los turistas. ¡Pero qué bonita es Marbella!, y hay que agradecer a los que la embellecen, sea por parte del Ayuntamiento, o algunos rincones de particulares, que plantan esas flores tan preciosas, para que sigamos siendo referente de calidad de vida. Pocos, pero bien avenidos… tout attaché.

Bueno, y entre tanto ir y venir, si puedo, le doy a la lectura, a patear por el paseo marítimo, a comprar, a limpiar, a cocinar y a esperar esas tardes de verano que parece que nunca van a terminar.


Seguimos en contacto... We keep in touch, tú ya sabes.

jueves, 30 de abril de 2015

UN MAL DÍA LO TIENE CUALQUIERA


Los canales de ayuda a la sociedad necesitan un cateterismo, porque, lo mismo que en el anuncio de la bebida pa´ el colesterol que anuncia la tele, se han posao unos chupópteros ateromas que bloquean estos canales y se nutren de lo que hay destinado a la sociedad sufriente. Con un cateterismo, -patada gorda en el culo, que es lo mismo- se sacaría toda esta podredumbre del área de confort en el que llevan tiempo instalados, y volvería el flujo de ayuda, pero saneado.
¿Que por qué vuelvo a sacar esta reflexión?, pues porque cuando se me sube la tensión y me sale humo por las orejas, o fogo o desfogo o exploto, y para eso es este blog, pa´ compartir con mis amigos cibernéticos todos mis exabruptos y decir mi verdad, la que me sale de las tripas, la que siento, y yo, cuando siento tan fuerte que se me retuercen las tripas, necesito contarlo. Primero a mi familia, la que me corre por las venas, la que empatiza conmigo,  me entiende y habla mi idioma, y luego con esta comunidad cibernética, donde me encuentro de todo, y eso me encanta. Porque creo que cuando vas con la verdad y la sinceridad por delante, todo el mundo es igual… ¡¡y una mieeeeeerda!!, pero de comentarios negativos no voy a hablar, positivo, siempre en positivo… pero me tengo que desfogá.

¿¿Que qué me ha pasao??, pues paso a relatar los hechos, y como en mi misma situación hay toda una calle, espero ceñirme a la verdad, porque ya me han puesto bastante de tonta.

Hace alguna semana, en la Avenida Mayorazgo, donde vivo, vi que el Ayuntamiento había puesto los carteles esos que dicen “prohibido aparcar por obras”, no lo leí entero, sólo la fecha, comienzo el 3 de Marzo, martes. El miércoles por la mañana veo a un policía municipal quitar la cinta policial que une las señales, y las señales amontonadas. Vale, pues por la noche, toda la calle estaba aparcada de coches y por la noche, aparco el mío.
El jueves por la mañana, a la vuelta de mis quehaceres, me encuentro la calle tomada por los que alquitranan y ¿dónde estaban los vehículos aparcados?, no queda ni uno, sólo están los camiones de la obra. Le pregunto a los obreros que dónde está mi coche y me dicen “que no saben, que eso los municipales, que ellos tenían que haber comenzado la obra el lunes o martes, pero que por la lluvia comienzan el jueves”, -que es cuando realmente llovió y como son los cherifs de las obras, aquí nadie pone orden ni ná… ¡y ala!, se me han llevao el coche. Pregunto, y resulta que está en el parque donde los suele llevar la grúa. Voy al parque y me cascan casi cien euros por la retirada de mi vehículo, con impuesto sobre la estancia ¡en horas!, y me dice que el Ayuntamiento no tiene nada que ver, que eso es una compañía… pero el papel del pago es del Ayuntamiento (¿¿¿???) Y además, me han puesto una multa de doscientos euros por aparcar en zona prohibida.
Es injusto, es un robo a mano armada y es un abuso de autoridad, porque el policía retiró la cinta un día antes de la llegada de los camiones de la obra. Es a la maldad, al afán de recaudar por parte del ayuntamiento para seguir con sus sueldazos. ¿Pues sabéis lo que os digo?, que se gasten mi dinero en mariscos y los disfruten, y luego tengan que pedir un préstamo pa´ curarse las cagaleras. No tengo pruebas ni fotos que demuestren cómo quitó el policía municipal  la cinta, pero yo lo vi y el Ayuntamiento actuó a la maldad, y me dan la opción de pagar antes de 20 días con un descuento, pero también de poner una reclamación, que como no tengo pruebas, tardará un par de meses en resolverse y pagaré la multa entera. Pero yo sé lo que vi y no había cinta que acordonara la zona, y las señales estaban escondías. 

Menudo día de mi cumpleaños. Muchas gracias al Ayuntamiento de Marbella por el regalito. Que paséis un buen día. 

sábado, 28 de marzo de 2015

LAS FALLAS DE VALENCIA

Que sí, que no…, que me fui a Valencia a ver las fallas ¡y olé!
Me dijo mi hermana, que sabía de mi frustración de no poder ver unos buenos fuegos artificiales, “no te preocupes, que aunque no me entusiasma, yo te llevo este año a Valencia, que tengo allí unas amigas que nos esperan”. Olé, olé y olé por mi hermana.

No tenía ni idea de a lo que iba, pero estaba dispuesta a una sobredosis de fuegos artificiales. No de petardeo, sino de fuegos artificiales por la noche.

Bueno, pues lo primero es que esa es sólo la punta del iceberg y como me dijo una valenciana, ellos, los que son falleros, les corre la pólvora por las venas y esto es una fiesta pagana, es como un quebrarle la espalda al invierno, quemar todo lo viejo y renacer como la primavera, pero celebrarlo a lo bestia, a lo grande.
A mí, que no me gustan los petardos, después de unas buenas mascletás en la plaza del ayuntamiento, lo siento pero los petardos se me han quedao pequeños. Me comentan estas amigas valencianas que si en España hubiese una guerra, a los únicos que no les afectaría creándole un trauma el ruido de las bombas, sería a los Valencianos. Vamos, lo sienten tan suyo y   están tan orgullosos, que cuando la guerra de Bosnia acogieron en un barrio a unos chiquillos y lo único que se les ocurrió preparar para recibirlos, fue una mascletá. Los pobres, que venían traumatizaos de una guerra, terminaron refugiándose debajo de los coches.
Me consta que mi hermana ha disfrutado como yo. Hemos tenido una suerte tremenda con el tiempo, porque como anunciaban malo, pues cada día ha sido un no parar desde por la mañana, recorriendo Valencia de punta a punta, viendo la plantá de los ninots, buscando las mas representativas de otros años y buscando las que habían sido  premiadas, porque en cada esquina te sorprende una obra increíble que cuando llevas vista unas pocas dices, “bueno, precioso, pero no dejan de ser muñequitos” y como no  hablo valenciano, pues no entiendo la dinámica de lo que representan. Tienen ironía, hacen versos satíricos, explican con paneles lo que quieren expresar, pero a menos que tengas la suerte que yo tuve de ir con valencianas que te traduzcan, no te enteras y sales un poco harta de tanto muñequito.
Luego dijeron: “os vamos a llevar a tal barrio, que siempre hay una falla que suele ganar”, pues vamos ¿y qué nos encontramos?, un andamio en medio de la calle. Después de ver tantos muñequitos, los buscamos y una señora nos dijo que era “aquello”, el andamio, que ese año habían preparado una falla experimental y que nos decepcionaría… Bueno y tan experimental, que con la lluvia y el viento, se ha derrumbado y no ha esperado a la cremá. Luego, recorriendo las calles, en un barrio antiguo, nos encontramos una pequeña falla hecha, me imagino, como serían las primeras, de papel maché con cañas y palos, que representaba un Ave Fénix chulísimo, y la infantil unos peces globo, igual, de papel mache, cañas y vestidos de trapos. Chulísima por lo auténtico, hartas de ver súper monumentos firmados por maestros famosos, encontrarnos con una tan auténtica por lo sencillo, se agradece. También fuimos a ver la ganadora de las infantiles, qué cosa tan preciosa, qué trabajo, porque los ninots pequeños estaban trabajados con un gusto, además, no eran pintados sino que las muñequitas estaban vestidas de falleras con puntillas, pero de un gusto exquisito y más gracia y arte en todas las expresiones. Esta sí lloraría yo al quemarla.

Bueno, pues llega la esperada noche, la noche con los castillos de fuegos artificiales. Joderrrrrrr, joderrrrr, todavía tengo que asimilar las luces y colores y ruidos. Esas tracas de fuegos artificiales las tengo clavás en la retina y mi hermana me pregunta: “¿qué, vuelves con sobredosis?”,  y qué vaaaaa, no vuelvo con sobredosis, vuelvo enganchá… pues nunca he visto cohetes que exploten en cuatro tiempos creando imágenes tan preciosisisisisisismas: corazones, flores, conejitos, todas las palmeras, plumeros, dientes de león y lluvia de estrellas que te puedas imaginar, por arriba, por abajo, corriendo como lombrices por el cielo, todo tan rápido, todo tan intenso, que no abarcas con la vista el cielo para ver tal explosión de luz y color. Durante cuatro noche seguidas, casi veinte minutos así… aaaaaaahhhhhh, extasiá vengo, oyes.

Bueno, pues al margen de que me traigo una imagen de Valencia maravillosa, albuferas repletas de vida con patos y pollas de agua, la playa de la Malvarrosa, e incluso la lonja, con sus columnas en espiral. Tengo que dar las gracias a las valencianas y adoptadas por Valencia que se han volcado para que este viaje sea inolvidable. Muchas gracias chicas, y ya sabéis… we keep in touch

lunes, 23 de marzo de 2015

EL DÍA DEL PADRE

¡Y ahora qué pasa!, pues que es el día del padre y el mío hace años que murió. Sufría una enfermedad crónica grave y durante años estuvimos entrando y saliendo del hospital cada cierto tiempo, por eso, en fechas señaladas, procurábamos estar con él, no fuese a ser el último año. Yo lo quería mucho por gracioso y por buena gente, y aunque no soy tan sentía como mi cuñá, -que era el ojito derecho de su padre y tenía una conexión súper fuerte-, creo que, ni por esperarlo ni porque sea de repente, nunca es buen momento para que te dejen, pero como dice mi marido: -“al que le que toca…  le toca”.

Ya son mis hijas mujeres y deben de felicitar al suyo, mi marido, que es lo que toca. Lo que toca, siiiiiii, lo que toca, y a la que le toca la cocina es a mí, porque no es festivo, y se han ido a comprarle unos bombones de licor, que son los que le gustan, dejándome a mí el menú. ¿Qué pasa?, pues que son muchas horas en la cocina y sola con la música da tiempo a visualizar algunas cosas de tu vida, y las comparto en el blog, pero esta vez me voy a poner creativa con el menú.

Si tienes la suerte de contar con un amigo buzo que te pueda coger un cubo de mejillones del torreón del cable en luna llena, olvídate de atrezzo, los haces al vapor con limón. Pero si andas con la economía de guerra y compras una malla de las que venden en el supermercado, pues a por el atrezzo, porque… no sabes cómo saldrán y por eso aquí comparto receta exprés con mis amigas cocinillas: chorreón de aceite a la cazuela, media cebolla picadita. Cuando está dorada, ajo, perejil, chorreón de tomate frito, medio vaso de vino blanco, añades los mejillones, los tapas y a cocer con su propio jugo. Si no están muy gordos, al menos les gustará la salsa. El mismo atrezzo para almejas o cualquier molusco de concha.

Pollo en pepitoria: Pollo troceao con sal y pimienta, chorreón de aceite y a freír. Cuando están doraditos apartar y reservar. Luego añadir a ese mismo aceite media cebolla picada, almendras y ajos pelados,  cuando están fritos apartar y poner en un vaso de la picadora con un poco de agua, medio vaso de vino blanco, pastilla de caldo, azafrán y a moler, no mucho, para incorporar a la sartén con el pollo y cubrir con la mezcla. Cocer hasta que consuma el caldo y añadir un par de huevos picaditos antes de servir. Guarnición de arroz blanco.

Luego me llama mi madre y me dice que está sin frutita, y aprovecho un poco para preparar el postre especial, igual, comparto receta para mis amigas cocinillas: en una copa ancha poner un fondo de fruta picada, en la sartén aceitada, un puñado de almendras peladas con un poco de zumo de limón y cubrir de azúcar, cuando está dorada a punto de caramelo se añade por encima de la fruta que al enfriar hace una costra dura y luego se vuelca un flan y se rodea de nata montada. Espectacular, pero como no tengo móvil aún, no hay fotos, lo siento. Mi hermano me putea porque no tengo móvil y me intenta convencer de que en vez de quedarme leyendo en mi rinconcito del sofá coja el móvil fashion y un cuenta libros y lo vaya oyendo a la par que ando, y cuando me canse cambie a musiquita, así puedo a la vez estar conectada en el family y cotillear. Pero si me quedo sin batería a la mitad del camino, se han regalado un cargador externo que parece medio ladrillazo, y entre el cacho de móvil y el ladrillazo por si me quedo sin batería, necesito una bolsa riñonera pa´ cargar con el equipo… lo siento, no estoy pa´ sufrir, pero sigo esperando mis gafas conection con wasap holográfico y cámara que se active con el pestañeo.

Mis hijas me dicen que las tartas del escaparate que han visto no se atrevieron a comprarla para su padre. Yo no las he visto, pero me dicen que eran como corbatas eróticas, mi chica me las describe como un cipote mandingo…, me dicen que había una señora mayor y la vieron hasta un poquito excitada, mi chica me dice pensaría la mujer “madre mía, qué ven mis ojos” mientras se alejaba y no se sabía si la compraba o no, porque las veía un poco blanditas.

Bromas aparte, en fin, el menú se comió todo, se le hizo la fiesta apropiada, se tomaron bombones de postre y otro día del padre superado…


miércoles, 11 de marzo de 2015

SE ACABÓ LA BARRA LIBRE

“Lula Da Silva, siendo todavía aspirante a la presidencia del Gobierno de Brasil, preguntó un día a un español importante, un hombre que llegó a tener bajo su directa responsabilidad a 12.000 profesionales sólo en España, qué había que hacer para acertar en Economía. Y el español, un pozo de sabiduría, le contestó con una sencilla metáfora: -Mire usted, desde el punto de vista social, que es el que le preocupa, la economía es como una gran baguette. El 10% de la derecha son ricos, a los que puede apretar con impuestos varios para que contribuyan al bienestar general; el 10% de la izquierda son pobres, a los que deberá proteger con programas sociales de todo tipo, y el resto, ese amplísimo 80% de la barra de pan, es gente trabajadora, clases medias en su más amplia acepción, a los que usted deberá presidir con eficacia y honestidad. Eficacia entendida como buen criterio a la hora de manejar las variables macroeconómicas dependiendo de la coyuntura, y honestidad para pensar siempre en el bien común por encima del suyo propio o de su partido-”. Esto es un resumen del artículo del periodista Cacho para el Confidencial Digital titulado La teoría de la baguette, del año en que todavía gobernaba Zapatero. En aquel tiempo, mi opinión era que si Aznar no hubiese sido tan fantasmón y hubiese oído al pueblo que no quería reírle la política a los americanos, que le decía por activa y por pasiva que no entrásemos en la guerra de Irak y él, por sus santos cojones nos metió, llegando las consecuencias del acto terrorista del metro en Madrid. Si en aquel tiempo hubiese oído al pueblo, no hubiese perdido las elecciones, porque como alternativa, ¿qué teníamos para hacerle frente?, votar a Zapatero, que ni de coña hubiese salido si el pequeño dictador no se hubiese endiosado y hubiese oído al pueblo. Ya por aquel tiempo oí a ciertas personas decir, “vámonos con los dineros, que esta gente no trae ningún programa económico, se encuentran con la caja llena y tienen pinta de entrar a saco…”. Efectivamente, ya se acabó la barra libre y todavía, después de tantos años, seguimos recogiendo borrachos. Hemos visto tal nivel de despilfarro y todo con la frase tan manida de “A COSTA DEL CONTRIBUYENTE”. O sea, que le pagamos la fiesta y además de putos le hemos hecho la cama. ¿y quiénes?, pues somos ese ochenta por ciento de ciudadanos, que ni éramos pobres ni ricos, éramos la clase trabajadora. ¿Ahora dónde está esa clase trabajadora?, ¿a quiénes vamos a votar en las próximas elecciones?, ¿qué opciones tenemos?
¿Vamos a oír los cantos de sirenas de quienes saben hacerlo bien pero están condicionados por años de corrupción?, ¿o por el contrario, nos vamos a poner en manos de gente nueva que trae nuevos aires, pero no sabemos si estarán contaminados?
Seguimos reclamando esa honestidad que anteponga el bien común por encima de los partidos y de ideologías, que volvamos a ser ese 80% de gente trabajadora, porque según el censo, ahora hay un 20% que son más ricos que antes, un 40% que son pobres de necesidad y otro 40% de trabajadores asfixiados, buscando un salario digno donde sea y sin posibilidad de futuro, porque no hay una seguridad en los trabajos, porque aunque el sueldo base sea bajo, los pobres nos acostumbramos a prescindir de todos los caprichos que nos hemos dado cuando ganábamos un buen sueldo, ¡pero coño! por lo menos que los sueldos aunque bajos, sean fijos, ¡cojones!, que acaben con los contratos basura de empresarios carroñeros.

¿Qué pasa con la baguette?, pues que, del 80% que éramos gente trabajadora, hay un 40% que durante un tiempo se auparon al estatus de “nuevos ricos” y disfrutaron de la barra libre, que el gobierno puso a su disposición. El gobierno, si, el gobierno en general, y ahora le exigimos al gobierno que asuma las consecuencias de sus actos, que estamos hartos de pagar Chivas a gorrones y que como no lo hagan bien, se encontraran de nuevo con un voto de castigo. He dicho.



martes, 24 de febrero de 2015

ESPERANDO AL BEBÉ

Hace treinta años estaba yo como mi hija ahora, embarazada y acudiendo a las clases de preparación al parto, aprendiendo con las mismas profesionales.
Mi madre tuvo los cuatro primeros hijos en casa. De la primera me comentó que cuando vino a presentarse el parto estaba fregando de rodillas el portal, y cuando andaba penando como un perrillo chico por los quicios de las puertas, su suegra, que en aquel tiempo vivía con ella, le pegó un pescozón a mi padre, y le dijo:” corre y avisa a la partera, ¡¿no ves que ya viene el niño?!” y él, atontao, salió corriendo.
Mientras tanto, a mi madre le aconsejaban que con los dolores achuchase cuanto pudiese. Para cuando llegaron el médico y la partera mi madre se había  desgarrado sola achuchando y me comentó que la partera le preguntó al médico: -“¿Qué hago? ¿la cosemos? Y el medico contestó: “No, déjala, así los próximos partos le costará menos”. Así tuvo tres más en casa.
Cuando vino la cuarta, ya era yo un poco mayor y ví a la vecina con la mano toda arañada y le pregunté qué le había pasado y me dijo que tuvo que luchar con la cigüeña porque no quería dejar a mi hermana. El quinto y la sexta ya se fue a dar a luz al hospital a Málaga y me comentó que fue todo muy raro, pero raro raro, fíjate que la matrona le decía que no empujase y la puso de lado, que no empujase y le gritó: “¡señora, usted habrá tenido cuatro hijos, pero USTED NO SABE PARIR!”.

De todo eso me acuerdo porque en las clases de preparación al parto yo era una esponja, absorbía todo y comparaba con lo que mi madre me había contado y pensaba, ¡que brutalidad, por diosssss!. Saber a cada momento lo que pasa en tu cuerpo, qué clase de cambios se operan en el momento de dar a luz no te quita ni un solo dolor, pero te hace colaboradora para que el impacto sobre tu hijo y sobre tu propio cuerpo sea lo menos traumático posible, y las comadronas que me atendieron agradecieron mi colaboración portándose divinamente. También tengo que decir que soy una cagona y a mis dos hijas las tuve en el Hospital Materno-infantil de Málaga, no me fiaba de la clínica de Marbella, porque había oído historias de madres e hijos que necesitaban cuidados especiales después del parto y había que pitar corriendo pa´ Málaga porque aquí no había preparos, y con lo sensible que está una después de dar a luz, lo único que te consuela es abrazar a tu hijo y tenerlo bien cerca. Si todo va bien, no necesitas casi a nadie. Peeeero ¿y si falla algo?, ¿no prefieres estar rodeada de gente preparada que puedan ayudarte a ti y a tu hijo? Ya digo que siempre he sido muy cagona.
Así, cuando mi hermana la chica, una pechá de años después, se puso de parto, estábamos las dos de compras en un centro comercial y rompió aguas. Nada de histerismos, miró si el agua era clara y tranquilamente terminamos las compras, se fue a casa a preparar la canastilla y al hospital, todo controlado porque aún no habían comenzado las contracciones.

Estos días estoy oyendo la denuncia que han puesto las enfermeras a unas mujeres que asesoran a otras mujeres que van a ser madres, cobrando por ello, pero desde la experiencia de haber dado a luz. No sé, hasta el nombre “doulas” me suena a mala gente, ya que algunas incluso aconsejan a la madre que se coma la placenta. Qué pena cuando la gente tiene que pagar para tener la compañía de alguien en estos momentos tan bonitos y a la vez tan duros. Lo digo otra vez, siempre he sido muy cagona y no me fío. Me gustan los profesionales.

Mientras espero la primavera, que mi hija y mi yerno se empapen de lo que les espera, porque él también va.

Haremos este fin de semana una escapada de chicas, ya os contaré.
We keep in touch... Ya sabes.




lunes, 9 de febrero de 2015

REMEDIOS CASEROS Y RECETAS NATURALES

Hace una pechá de años, mi hija la mayor todavía iba al instituto, o sea que tendría unos quince años, le salió un papiloma en la planta del pié y comenzó su penar. Pobre hija mía, qué mal lo pasó.
Fuimos a la consulta del podólogo y me hizo un precio cerrado hasta la desaparición total del mismo. ¡JA! Un año, durante todo un año fuimos al podólogo. Le rascaba, infiltraba los ácidos, -que le dolían tela-, le salía como una quemadura, a las dos o tres semanas volvíamos a la consulta, rascaba, sacaba toda la piel muerta y volvía a inyectar ácidos, volvíamos, rascaba… y cada vez que decía: -“esto no ha perdido la raíz, está todavía vivo”-, mi hija se ponía a temblar. Como que estaba cojita la pobre y cuando el dolor remitía y parecía que aquello había acabado, ¡vuelta a empezar!, llegó a ir hasta con muletas al instituto.
Bueno, pues durante todo ese tiempo lo comentaba con una amiga, y ella me decía: -“mi hermana conoce una planta que quita el papiloma”- y yo, ni caso. Nos desesperamos tanto que al final le dije a mi amiga que me diese la planta y la forma de utilizarla. Bueno, pues lo que tardamos un año en el podólogo, en menos de un mes se solucionó con la planta. La hojita de la planta en cuestión, en contacto con la piel del papiloma volvía la piel blanquecina y yo con un bisturí le retiraba la piel muerta, hasta que no volvió a aparecer más piel blanquecina y aquello quedó curado sin dolor. No sé si al final fueron los ácidos del podólogo o la planta, pero desde que dejé al médico y nos quedamos con la planta aquello milagrosamente se solucionó. Esta fue mi experiencia con la planta del papiloma.

Ahora, hace un par de semanas, y como andamos de catarro con mocos y flemas que parecemos una olla de caracoles, me han pasado un remedio por Internet para hacer caramelos caseros para el resfriado. El vídeo te explicaba las propiedades de todos los ingredientes naturales que se usan, todos muy conocidos, nada raros. Se trataba de hacer una melaza con agua, azúcar, miel, limón, clavo y jengibre molidos, todo superfácil y cuando la mezcla tiene una textura hilada, distribuirlo en papel de cocina en forma de perlas que cuando están secas se espolvorea de azúcar para tortas y se guardan sin pegarse unas con otras.
Pues ale, me puse manos a la obra, porque el tipo lo hacia superfácil. JA! Hacer la mezcla bien, incluso le añadí arándanos, pero cuando la melaza tienes que hacerla pegotitos de perlas… ahí te quiero ver. Lo primero, que quema como sus muertos, y si te retrasas y esperas que enfríe un poco, se hace un gruño que no hay quien lo maneje, ni despegue ni . Bueno, salvé un poco del producto, lo enfrié, le puse el azúcar y se lo di a probar a mi hija. Se le pegaron los dientes y me decía que la iba a ahogar, que no podía respirar. Cabezona como soy, esperé, y cuando estuvieron todos espolvoreados los puse en un tarro de cristal para utilizarlos. Mientras los chupaba no estaban mal, solo que picaban un poco, pero de sabor bien, se podían utilizar.  Al otro día, se habían pegado unos con otros y a pellizcos volví a ponerme un poco en la boca, tenía que comprobar si aquello surtía efecto. Cabezona como soy, estuve cogiendo pellizcos del caramelo hasta que finalmente lo mordí y me traje la corona de la muela con el perno-muñón incluido. La broma de los caramelos me ha costado treinta euros de arreglo en el dentista. Ni qué decir tiene que tiré la mezcla con tarro y todo. Pero de sabor, no estaba malo…Y hasta aquí mi experiencia con los caramelos caseros para la tos.
Debo decir que todas las experiencias nuevas culinarias no han sido malas, también me salió una mermelada riquísima con las naranjitas chinas, que se hace cortando en juliana las naranjitas enteras, dejándoles también el hueso, que añade peptina pa´que espese, buenísima…


Bueno, hasta aquí mis experimentos en la cocina. We keep in touch, tú ya sabes…


lunes, 26 de enero de 2015

UN NUEVO AÑO

Qué pronto se me pasa el tiempo. Parece mentira. Cuánto más vieja voy, más rápido pasa todo. Hace apenas tres meses, estando en una tienda,  la dependienta que me conoce, me pregunta: “¿qué tal todo?”  Y contesto: “demasiado bien, estoy por darme un martillazo en el dedo meñique pa´ tener algo de lo que quejarme, porque llevo el año de lujo y me da miedo”.

Pues nada, se me presentaron las Pascuas con la muerte de mi tía y todavía lo llevo regular. Hace ya más de un mes y han sido unas Navidades de lo más agridulces, porque aunque hicimos toda la parafernalia del amigo invisible, comidas con nuevas recetas, reuniones familiares y salidas varias, han sido unas navidades raras, porque es una falta tan reciente que a la pobre mía la queríamos incluir en todo y…. no estaba. Por cierto, a la misa del mes asistió el Duque de Huescar  con sus dos hijos, cosa que mi tío le agradeció especialmente, y toda la familia, por el detallazo, sabiendo lo muy ocupado que está este señor. Mi tío lleva muchos años trabajando para la casa de Alba y el detalle de la asistencia a la misa de mi tía es muy de agradecer.

Tengo que compartir la nueva receta, hecha especialmente sin gluten y sin lactosa para los alérgicos a esos componentes:

Redondo de ternera de carne picada, aliñada con sal, pimienta, pasas y piñones con huevos duros por en medio. Poner en la bandeja del horno papel de horno, cubrir con tiras finas de panceta y cebollas caramelizadas. Dos cebollas gordas picadas y puestas a freír en la sartén con medio vaso de aceite y dos cucharadas grandes de azúcar y dejar pochar hasta que cojan color y estén blanditas. Cubrir con esta mezcla la panceta. Luego extender la carne picada y por último hacer una fila india a la mitad con los huevos duros, dos o tres, según la cantidad de carne. Hacer, con más maña que fuerza y aprovechando el papel de cocina, un brazo de gitano alrededor de los huevos de manera que la panceta cubra toda la carne, meter en una malla y al horno. El horno, según la cantidad de carne, se suele calcular a hora por kilo. Luego dejar enfriar y cortar como fiambre.

He pasado un catarro, porque me enfrié viendo las cabalgatas el día de reyes, que me ha tenido fuera de circulación unas semanas, pero ya estoy bien ¿eh?... Aprovechando para ponerme al día en lectura. Por cierto, ya comenté en una crónica sobre lectura que leí a un escritor sueco y cuál sería mi sorpresa al descubrir que hay una serie los domingos por la noche basada en estos libros. Son Los crímenes de Fjällbacka, y está muy bien. También, buscando algo de lectura light, he descubierto a la Megan Maxwell, que tiene una diversidad de libros enorme, con títulos como “Diario de una chirli” o “Los príncipes azules también destiñen” y especialmente una trilogía del tipo Las 50 sombras de Grey, pero entre una española, con familia en Jerez y un alemán con la empresa afincada en Madrid. Yo sé que, quitando la parte del mete y saca que hay en la historia, en todas las posturas y posiciones que la mente pueda imaginar, y siempre desde la posición que son relaciones compartidas, no forzadas, -que hay una gran diferencia-, las historias son historias, pero la mezcla de los protagonistas con la frescura a la hora de relatar las situaciones en que se encuentran, hacen de los libros de esta escritora especialmente divertidos para cuando quiero evadirme.

Bueno, y quitando que he vuelto a la rutina de andar todos los días, que en estas fechas me hacen quedarme con la boca abierta con las puestas de sol rosadas de Marbella, las mejores del mundo mundial,  hasta que no haya algo nuevo y excitante que me ponga cardíaca pa´ sentarme a escribir, o vuelva de alguna salida especial que quiera compartir con el ciberespacio, no hay nada más….

¡Ah, se me olvidaba!, también tengo nueva bebida predilecta. Sabéis que soy la fan number one de la ginebra Bombay Saphir con tónica. Pues resulta que, después de dos intentos de asesinato por parte de los camareros hacia mi persona al servirme gin tonic de garrafón peor que colonia de a litro, y probar ginebras que van de Premium y resulta que la cabeza y el estómago al otro día no responden, estas Navidades decidimos hacer un nuevo combinado a base de llenar el vaso de la picadora con hielo, angostura, una lima en cuartos, chorreón de zumo de lima y chorreón de tequila, un poquito de azuquita y todo bien batido hasta lograr textura de granizado, y ya tenemos el Margarita Frozen. Bueniiiiiiiisisisisisismo.


Comenzamos el año, gracias a todos los que me animáis a seguir escribiendo y… We keep in touch, tú ya sabes.