La isla de las cabezas
cortadas y El guerrero número 13 con un Antonio
Banderas haciendo de árabe entre vikingos, son películas de aventuras muy
buenas.
Anoche
fui a ver Total Recall y eso no es
una película, es un videojuego.
Sentarse
una tarde de peliculitas, todos en el salón, rodeado de niños, tiene que haber
una manta por medio, para ver Se lo que
hicisteis el último verano o Scream,
dejando que todo el mundo grite a pleno pulmón, es súper divertido. Y para
tarde de chicas, El diario de Carlota,
esa niña, tan preciosa, que se mira al espejo después de hacer el amor con el
pajillero, va y dice, “pos yo no me notó ná, ni resplandeciente ni ná, ¿¿¿Y eso
es todo???".
Vi
el trailer de la película Magic Mike. Bueno, bueno, bueno, creía que era una despedida de soltera, en toda regla y
cachonda, y dijimos, "bueno, noche de chicas", se apuntó la abuela y tiramos de
la cuñá, que volvía al cine después de una racha mala malísima. La abuela se
salió a mitad de la película y nos dejó tirá y la cuñá aguantó por educación. Vaya,
vaya, vaya, los trailer tan engañosos deberían estar multados, era un “hombres,
mujeres y viceversa”, pero con mucho viceversa, como dice el moro…”qui ti trae
qui ti lleva”. En cambio, la película de Lo imposible,
me fui a verla, aunque hablaban de que era súper angustiosa y sensiblera, pero
como sabía que terminaba bien no me importó, porque yo soy mu llorona. Bueno,
hubo un momento de la película de tanta tensión con la avalancha de agua, que
se me olvidó respirar, quedé tan en suspenso que por poco me ahogo yo también y
sentí todos los golpes que se llevó esa mujer debajo del agua, me dolieron y tó,
tela, mu bien hecha.
A
ver, y las miradas de las actrices a la cámara. Hay actrices guapas,
completitas, impresionantes, buen pelo, buenas piernas, graciosas. Me gustan mucho
las primeras comedias de Meg Ryan y Goldie Hawn y las de Diane Keaton, que
tiene pinta de sosa, pero cuando se suelta la melena es graciosísima. ¿Visteis
la película Geisha?, cuando le dice a
la protagonista que estará lista cuando, solo con una mirada, haga que un
hombre se gire, y el pobre chino al que dirige su primera mirada estudiada va y se estampa. Bueno pues hay una actriz en especial que lo que me
gustan son sus ojos, lo que transmiten a la cámara, se llama Kristin Scott Thomas y he tenido que
buscar su nombre porque no se me queda, - me pasa con esta actriz y con Joan
Allen -, actrices que tienen los labios finos y no se han infiltrado (aun), no
son jóvenes, no tienen buen pelo, no tienen buenas tetas, no las mirarías dos
veces si te las cruzas, pero la Kristin en particular, en El hombre que susurraba al oído de los
caballos y en El paciente ingles,
cuando clava la mirada en la cámara, que
se supone que están mirando al protagonista masculino, es algo así como,
independientemente del diálogo que haya por medio, que no suele ser
sexual, primero, notas que con la mirada
le anuda los cataplines, y ya lo tiene pillao, expectante, corcoveando, luego con
otra mirada sostenida… “mírame, soy una
dama, una señora, no soy ninguna jovencita, no tengo un cuerpo espectacular, pero... si yo
quisiera llevarte ahí, te sentirías en el séptimo cielo y antes de llegar, te
habrías corrido tres veces, y eso… eso solo sería…el principio”. Sin decir ni
una palabra es lo que desprenden esos ojos.
Hay que estudiar mucha interpretación pa´ conseguir eso.
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