EL POR QUÉ DE ESTE BLOG

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Bueno, bueno, bueno, pues se explica en pocas palabras: ESTOY EN EL PARO.

Si, después de 34 años trabajando, ahora estoy en el paro y como la cosa me temo que va pa´ largo, pues tengo que fogá, ¿sabéis lo que es eso?, pues que necesito algo que hacer para quemar energía.

Trabajando en hostelería, tratas con todo tipo de personas al cabo del día, clientes y compañeros de trabajo, y si además la mayoría son mujeres, que somos muy charlatanas y llevamos muchos años trabajando juntas, filosofamos mucho de familia, noticias, arte, cultura, actualidad en general y cotilleos; pues eso es lo que me falta, compartir.

Cuando estoy cocinando con la radio puesta y me viene a la cabeza algo que creo es interesante y que podría compartir, lo escribo en el ordenador, y como me he apuntado al feisbuk, lo comparto con la corrala cibernética de familia y amigos.

Ahora me han dicho que sería interesante que hiciera un blog. Pues vamos a ello.

Advierto que son cosas mías, igual hay veces que se me va la olla, son cosas cortitas del día a día y los que me leen hasta ahora dicen que les hace gracia, sólo escribo cuando encuentro algo que me inspira y creo que se puede compartir.

SI ME QUERÉIS, SEGUIDME.

jueves, 13 de diciembre de 2012

POR QUÉ LAS MUJERES JÓVENES NO GOBIERNAN


Y a pesar de todos los handicaps que relato a continuación, hay mujeres jóvenes en puestos de mucha responsabilidad, que se enfrentan a ello día a día y no mueren en el intento.


No aconsejo a ninguna mujer que se ponga en un puesto de gran responsabilidad si todavía tiene la regla. No puede ser objetiva a la hora de decidir, -las hormonas le pueden-, aunque quiera ser fuerte, las demás mujeres no la miran igual que a los hombres.

Los hombres no entienden ese dolor que te parte por la mitad, que se te coge a los riñones y te deja las piernas hecha papilla y sólo se te quita con una bolsita de agua caliente y acurrucá en el sofá con una copita de ginebra, porque si abusas de los antiinflamatorios, te haces polvo el estómago y te huele el aliento.

Puedes tener mucho carácter, tener la mente súper clara a la hora de ver lo que hay que hacer, pero si tienes un hijo pequeño en el hospital, es tu responsabilidad y no te concentras, aunque esté el padre pendiente, no eres normal si no estás preocupada y las mujeres que están a tu alrededor no te respetarán nunca si no estás en esos momentos con tu hijo. Es así, son las hormonas.

Cuando eres madre y se te crece en tu interior esa leona protectora que se cree capaz de parar un camión con una sola mano si algo amenaza a tu hijo, no entiendes que otra mujer joven y recién parida no esté con su hijo, cuidándolo.

Es un tema hormonal, Todo duele mucho físicamente y emocionalmente es un gran desgaste. No es malo, pero está en nuestras hormonas. Tampoco estás cómoda si piensas que te va a venir un bochorno, el primer bochorno te puede coger en una reunión, sientes que te abrasas como si estuvieses en el infierno, se te sube el calor a la cabeza, quieres aire, aire, aire, que te ahogas, ¿cómo lo puedes arreglar?, sacas el abanico, ya la gente se distrae de lo que estás diciendo y les notas en la cara que te compadecen y eso te da dos patadas en el “kiwi”, porque no lo puedes controlar y si tomas hormonas se te puede coger un cáncer de útero o de mamas, malo, malo, malo..., malo por todas partes y lo peor es que sabes que es algo normal, pero ...

En cambio, con la menopausia, ya has superado la fase hormonal y te concentras igual que un hombre. Nada te distrae, los hijos son mayores y tienen que superar su problemas igual que tú superaste los tuyos, ya no eres responsable las 24 horas del día de otra persona. A tus padres, si son mayores, puedes buscar ayuda, nadie te lo reprochará siempre que estén bien atendidos y puedes concentrarte y hacer que los demás no se distraigan mirándote las tetas, el culo y pensando qué polvo tendrás o si estás enfadada porque esa noche no ha habido tema.  Es así y la historia lo demuestra. Ninguna mujer confiará nunca en otra que sea joven para un puesto de responsabilidad, hemos estado solas mucho tiempo al frente de los fogones y eso corre todavía por nuestras venas.



1 comentario:

  1. Joder tia que claro lo tienes y que verdad, cuanto nos acomplejan los bochornos. Salvaje la naturaleza con la mujer. Enhorabuena.

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