EL POR QUÉ DE ESTE BLOG

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Bueno, bueno, bueno, pues se explica en pocas palabras: ESTOY EN EL PARO.

Si, después de 34 años trabajando, ahora estoy en el paro y como la cosa me temo que va pa´ largo, pues tengo que fogá, ¿sabéis lo que es eso?, pues que necesito algo que hacer para quemar energía.

Trabajando en hostelería, tratas con todo tipo de personas al cabo del día, clientes y compañeros de trabajo, y si además la mayoría son mujeres, que somos muy charlatanas y llevamos muchos años trabajando juntas, filosofamos mucho de familia, noticias, arte, cultura, actualidad en general y cotilleos; pues eso es lo que me falta, compartir.

Cuando estoy cocinando con la radio puesta y me viene a la cabeza algo que creo es interesante y que podría compartir, lo escribo en el ordenador, y como me he apuntado al feisbuk, lo comparto con la corrala cibernética de familia y amigos.

Ahora me han dicho que sería interesante que hiciera un blog. Pues vamos a ello.

Advierto que son cosas mías, igual hay veces que se me va la olla, son cosas cortitas del día a día y los que me leen hasta ahora dicen que les hace gracia, sólo escribo cuando encuentro algo que me inspira y creo que se puede compartir.

SI ME QUERÉIS, SEGUIDME.

lunes, 16 de diciembre de 2013

ALEMANIA EN INVIERNO

 

¡Ay!, estoy mirando el montonazo de ropa que tengo para planchar y suspiro, ¡ay!, suspiro…, y le tengo que meter mano, pero después de una semana sin agenda doméstica, me cuesta la vida, porque no es exageración, el montonazo de ropa casi me tapa la ventana.

Mis amigas me dicen: -“Paqui, ¿a ti te gusta viajar?”-, Si, me encanta y más cuando voy en un grupo con gente alegre. Cuando hago la maleta, después de unos pocos días de estrés por dejarlo tó apañao, -casa, nevera, baños, hacer veinte listas en mi cabeza de lo que tengo que llevar y dejarle la crema de verduras con carne molía a mi madre pa´ unos pocos días, que la tengo sopadicta-, cuando llega el día del viaje y por la mañana me visto, pillo las maletas y me siento en el coche, me derrito como un pulpo al que le han dao una paliza de diez horas y le han dejado sin nervio, ya me da igual a dónde me lleven, a Tombuctú, Algeciras o como en este caso, a Alemania. Me da igual, porque durante esos días, sólo pienso en mi, la ropa que me voy a poner por las mañanas, me cuelgo el bolso ¡y a volar!, sin obligaciones, sin mercado, sin comida, sin plancha…, me da igual a dónde me lleven, me apunto y no protesto, llevarme a cualquier sitio, así soy de agradecía.

Bueno, pues ya le he dado un repaso a Alemania durante estos días y cada vez que voy más me gusta. Es la primera vez que voy en invierno y estaba un poco acojoná con el frío, pero ha valido la pena.

Las vacaciones, mientras que he trabajado, las programábamos siempre para el verano, cuando los niños estaban sin colegio. Qué pena, ¡se me han hecho mayores tan rápido!. Pero es lo que hay, evolucionamos y este año toca viaje de invierno sin niños, a un país que nunca jamás me imaginé que fuese tan bonito e interesante para hacer turismo.

Cuando se piensa en vacaciones te imaginas una playa dominicana, mojitos y hamacas al borde del agua, pero como dice mi amiga, eso lo tenemos todo el año en Marbella, para viajar en invierno hay que ir a un sitio de invierno que te enfríe la sangre y te apriete las carnes. Lo que no llevo muy bien es la calefacción tan fuerte en los sitios cubiertos,  que reseca las mucosas y te hace vestirte y desvestirte más que una corista.

Hemos comido salchichas, chucrut, vino caliente especiado, -que a alguna le ha gustado mas de la cuenta…-, ponche y muchas jarras de cerveza, menos mal que la cerveza es mas bien flojita, y el alcohol del vino corriendo se evapora con el frío, porque así es la única manera de visitar tantos mercadillos navideños, preciosos, que adornan todos los pueblos y ciudades que hemos visitado. Como anochece rápido, las luces navideñas de edificios y plazas hace que estas fechas sean muy entrañables y se viva la Navidad con frío, que es como gusta. Hemos tenido mucha suerte con el tiempo, había nieve en la montaña del “castillo del rey loco”, pero ni nos nevó ni nos ha llovido, -que la lluvia desluce mucho las excursiones-. Los transportes públicos funcionando a tope y bien. También volvimos a Salzburgo, cuna de Mozart, pero nada tienen que ver los paisajes a cuando los vimos en verano, aunque hay tiendas que se mantienen con la misma mercancía, tanto en invierno como en verano, como la tienda que es enteramente de huevos, decorados, súper original, sólo huevos de todas las aves, decorados con todos los estilos y colores, sólo que en verano hay muchas flores decorando jardineras y terrazas, que ahora no se ven y es otro paisaje.

Y ahora pienso, "qué le importará a la gente si tengo o no tengo plancha". Mi hermana me dirá, como siempre, que soy una exhibicionista, pero tengo la tabla puesta y las lentejas empiezan a oler, me voy a poner la radio a toa pastilla y a coger el toro por los cuernos, que ya no me entretengo más.


martes, 10 de diciembre de 2013

MENOPAUSIA, ¿Y QUÉ?

Ayer fui al teatro a ver una obra que mi hermana tenía muchas ganas de ver. Íbamos a ir a Madrid, pero no hizo falta porque la estrenaron aquí, en Málaga. Se trata de la de “Sofocos 2”, que va, como su propio nombre indica, de los sofocos de la menopausia.

Cachondeo puro. Me di una pechá de reír que todavía me duelen las costillas. Buenísimas las interpretaciones, por lo bestias y por lo ridículo y veraz, como la vida misma. El teatro a reventar, lleno absoluto y una media de edad que superaba con creces los cincuenta años.
Las señoras muy bien ataviás, con mucha peluquería y algunos señores también con ganas de pasarlo bien, porque de eso iba la obra, de pasarlo bien y de reírse de los sofocos.

Y aquí estoy, con mis sofocos, intentado hacer la maleta, que me voy a Alemania unos días, -ya os contaré-, y no sé qué ropa llevarme, porque cuando me da el subidón me sobra tó, hasta el pellejo.

He estado tomando café en una recachita del puerto y casi me pongo en tirantes, pero claro, es que esto es Marbella, aunque cuando se va el rey (sol), como dice mi amigo de la cafetería, abrígate o se te coge a la garganta rápido. Ahora, que me voy a llevar ropa de invierno para abrigarme bien, pero el abanico también me lo llevo.

Y es que aparte de los sofocos, que tampoco es para tanto teniendo un abanico a mano, me encuentro, gracias a Dios, fantástica de la muerte, luchando con mis kilos, como siempre -porque la genética manda-, y con ganas de todo, todo, todo, y sin problemas de hinchazones de períodos ni cambios constantes de humor pre, durante y post.
Por lo tanto, no entiendo por qué algunas personas hacen la ecuación “menopausia = vejez = se acabó, que se pare el mundo que me bajo".

No lo entiendo, porque la experiencia que estoy viviendo a mis cincuenta y tantos conmigo misma y las amigas que me rodean, que somos más o menos de la misma quinta, no tiene nada que ver con achaques, desgana ni falta de ningún tipo. Al contrario, creo que si nosotras mismas no nos sujetáramos en conciencia con obligaciones familiares, estaríamos de pingondeo todo el día como si fuésemos adolescentes.

Que la menopausia no es una enfermedad ni la juventud sinónimo de bienestar. Que hay o no hay ganas. Que se apetece o no se apetece. Que hay humor o no hay humor. Y que mientras hay salud y ganas, pues en la medida que se pueda, se disfruta, se tenga la edad que se tenga. Y la que es rancia y quejica, lo será a los treinta lo mismo que a los cincuenta, y siempre tendrá un achaque al que agarrarse.  

Lo que no se puede pretender es que, si  nunca has hecho deporte, de repente te apuntes al aerobic para aparentar tener menos edad, ya se sabe que las rodillas no van a aguantar… y aparentar psssssss, se puede aparentar.  Igual que vemos veinteañeras celulíticas minifalderas, nadie te pide el carnet para comprarte unos leggins y plantarte una minifalda. ¿Que no es lo mismo?, bueno, ¿pero quién soy yo pa´ decirle a una cincuentona lo que se tiene que poner?, si por ponerse, a esta edad, te puedes poner el mundo por montera, ¿o no?

Pues eso, menopausia, sí, ¿Y QUÉ?





martes, 3 de diciembre de 2013

HABLANDO CLARO



Helouuuuu, aquí estoy againnn…

Me echabais de menos ¿eh?, amigos del ciberespacio y de las redes sociales del mundo intergaláctico.

Bueno, pues voy a dar una opinión, que es muy mía y no va ni de sentar cátedra ni de intentar convencer a nadie, porque como el blog es mío, pues a señalar la casilla de maligno y a hacer comentarios, que para eso estamos…

Esta crónica va de que mi hija me llama y me dice: -“Mamá, ¿estás viendo las noticias? Dicen que han puesto cuchillas en la frontera de Melilla para que no crucen los negros, ¡cuchillas mamá!, ¿pero estás oyendo? Y dicen que las van a quitar porque han comprobado que las cuchillas cortan. ¿Y cómo lo han comprobado, mamá?, ¿es que han empujado a algún negro contra ellas?” (Supongo que pilláis el tono…) Y yo le contesto que esa noticia es antigua, que sólo la ponen para entretenernos y que no nos enteremos de otras cosas más horrendas que están haciendo los partidos políticos, porque una frontera que da problemas porque la asaltan cada dos por tres y los pobres guardias civiles están hasta los cojoncillos del trabajo que les toca, por tener que correr cada dos por tres cazando negros como a conejos, sabiendo que los pobres vienen para intentar mejorar su vida…   ¡¡ ilusos!!, que son unos ilusos, pues si ven esas cuchillas piensan que no intentarán cruzar, es en plan disuasorio. Ahora, si se tiran contra ellas, se harán daño, mucho daño, ¡coño! tontos no son, pues que no las salten.

Ahora estoy oyendo a esos políticos que hace tiempo que no nos representan, y que siguen aprobando leyes que les blindan de por vida por muchas veces que metan la pata y oigo también la opinión de mi hermano y, vamos a ver de qué manera podemos los ciudadanos obligar a que esta gentuza cambien de una vez las leyes que les protegen y les blindan ante cualquier protesta ciudadana, que de verdad funcione la democracia, que según tengo entendido es votar y acatar lo que diga la mayoría.

Bueno, pues según mi hermano, y viendo que realmente no hay alternativas, meter una papeleta pringá en mierda en el sobre, y…  pero luego ha rectificado porque no sabe si me tocará a mí o a tí o a cualquier otro ciudadano inocente abrir esa papeleta y tampoco es eso… Por tanto,  mejor escribirlo y poner “una mierda pa tós vdes.” Pues me he informado y el voto ese sería nulo, o sea, que es como hacerle cosquillas en la barriga a un muerto y darle más escaños a los partidos mayoritarios.

Entonces, ¿qué hacemos? ¿No vamos a votar? Pues tampoco, eso sería como hacerle cosquillas en la oreja a un muerto y encima es como si pasáramos tres pueblos de la democracia, que tampoco se trata de eso. ¿Y si vamos a votar pero no ponemos nada dentro, ninguna papeleta, pero nuestro voto cuenta?. Pues parece que eso está escrito en un libro y los políticos salían muy mal parados porque se crearía una dictadura y habría represión ciudadana. ¡Hay que joderse! ¿Y cómo hemos llegado a esto?  ¿Habrá que pasar de verdad de nuevo por una dictadura para crear una nueva democracia que sea real y poder echar a estos corruptos del poder?, ¿hasta ese punto se han  blindado, para que la opinión del pueblo no valga nada y la justicia no pueda tocarles?. Porque también está la opción de que por no perder la democracia se presente un chiquilicuatre que nos haga gracia y tenga verborrea para que se le vote y tengamos luego que arrepentirnos y tirarnos de los pelos… pero es que, quedarnos con los mangantes éstos, a los que les estamos llenando de nuevo las arcas con nuestros impuestos y que ya se están frotando las manos pa´ volvérselo a llevar calentito, calentito… pues como que me encabrona, y aquí me tienes escribiendo esta crónica toa cabreá y sin saber si votar en blanco o como dice mi hermano: UNA MIERDA PA´ TOS VOSOTROS.