EL POR QUÉ DE ESTE BLOG

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Bueno, bueno, bueno, pues se explica en pocas palabras: ESTOY EN EL PARO.

Si, después de 34 años trabajando, ahora estoy en el paro y como la cosa me temo que va pa´ largo, pues tengo que fogá, ¿sabéis lo que es eso?, pues que necesito algo que hacer para quemar energía.

Trabajando en hostelería, tratas con todo tipo de personas al cabo del día, clientes y compañeros de trabajo, y si además la mayoría son mujeres, que somos muy charlatanas y llevamos muchos años trabajando juntas, filosofamos mucho de familia, noticias, arte, cultura, actualidad en general y cotilleos; pues eso es lo que me falta, compartir.

Cuando estoy cocinando con la radio puesta y me viene a la cabeza algo que creo es interesante y que podría compartir, lo escribo en el ordenador, y como me he apuntado al feisbuk, lo comparto con la corrala cibernética de familia y amigos.

Ahora me han dicho que sería interesante que hiciera un blog. Pues vamos a ello.

Advierto que son cosas mías, igual hay veces que se me va la olla, son cosas cortitas del día a día y los que me leen hasta ahora dicen que les hace gracia, sólo escribo cuando encuentro algo que me inspira y creo que se puede compartir.

SI ME QUERÉIS, SEGUIDME.

viernes, 24 de enero de 2014

NOCHE DE COPLA

Pues todavía no ha terminado mi hermana de decir “me gustaría ir a Sevilla a ver la copla en el Teatro Quintero, que presenta su último trabajo Diego Benjumea y trae como invitada Sandra Cabrero …” (¿¿ein??),  y sin seguir la copla como no la sigo, y sin saber quiénes son…, ya estaba sentada en el tren.

Ya te digo, y voy sin expectativas, porque no conozco a estos cantantes, pero la copla, con todo su teatro y sus letras tan directas al corazón, refraneras y tan de pueblo, ¡pero de pueblo!, cuando se acompaña de una buen garganta, me pone los pelos de punta.
Y ahora que he vuelto ya puedo decir que Diego Benjumea tiene una voz que me traspasó, pa´ mí es uno de los grandes. Y en el escenario, pinturero, torero, alto y guapísimo. Y la niña, Sandra Cabrera, ¡vaya! pero vaya,  vaya, hay que ver el poderío en el escenario, y la garganta, que en los gorgoritos bajos, recuerda mucho a Diana Navarro, pero luego fuelle tiene un rato.

Canciones que están en mi recuerdo oyéndolas sonar en la radio a todas horas y están interpretadas por gargantas excepcionales, en directo y con pasión, como la última que cantó el Diego, la de Señorita. Seguramente conoceréis la letra de la pobre chica que se queda bordando el ajuar y sin novio. Con qué pasión la cantó, que te dan ganas de decir, -“¡por Dios, buscarle un novio a esa muchacha y que le eche un polvo que la deje con los ojos vueltos y las patas temblando!”.  

El teatro a rebosar, la media de edad entre sesenta y cinco y noventa y cinco años. Público entendido donde los haya, respetuoso y, -menos una,  que al Diego lo ponía colorao y  se lo quería llevar a su casa-, el resto chapó, que la copla arrastra de vez en cuando a un público que de tanto jalear a los intérpretes, pa´ mí, se pasan de chabacano y no los dejan ni cantar. Con semejante público, yo, -que cuando llevo a mi madre al cine hace como los niños chicos y se levanta treinta veces para ir al cuarto de baño-, pensé: -“veremos a ver si alguno esta noche no rueda por las escaleras abajo”-. Pues nada, en la última copla se levantó un señor, pero el resto aguantó dos horas y media sin removerse siquiera.

Salió el Jesús Quintero y contó algunas de las anécdotas que vivió con el “Beni de Cádiz”, súper graciosas, y anunció que los martes de copla seguirán en el teatro todo el mes, presentando nuevas figuras.

Ahora, que ya le he dicho a mi hermana que, en cuanto me entere de dónde da un concierto el Fito y los Fitipaldi, me tiene que acompañar, SI o SI, que aunque me gusta la copla, yo soy más de los Fitipaldi.






miércoles, 15 de enero de 2014

LAS CAMPANAS TOCAN A ARREBATO

Hay un programa todas las tardes en la primera de televisión española, donde todas las tardes las campanas tocan a arrebato.

Antiguamente, antes de la era Internet, se comunicaba a la población eventos que concernían a todo un pueblo con las campanas de las Iglesias. La gente conocía el toque de las campanas cuando sonaban y se sabía  por qué doblaban, si era a misa, ángelus, a difunto o a arrebato. Conocían sus distintos sonidos y este último se hacia cuando había una catástrofe gorda -un incendio, un accidente con derrumbe-, las campanas tocaban a arrebato llamando a la población civil para ayudar. Acudían en masa y manos a la obra, presto, sin dudar, arrimaban el hombro.

Ahora ya no se hace así, gracias a Dios, hay unos colectivos de personas, que son funcionarios del estado, preparados para en cero coma dos prestar sus servicios de ayuda a la ciudadanía, en todos los aspectos. Personal formado en Universidades para atender a una población en cuerpo y mente. Profesores de profesores, asesores de supuestos y personal cualificado para que, suceda lo que suceda, estemos atendidos.

Pero, ¿qué sucede con este programa? ¿Por qué tiene una audiencia de un millón de personas todas las tardes? Nos toca la fibra genética del pasado, donde habiendo tan poco, -pero tan poco-, todavía había buenas personas que ayudaban y cuando había una catástrofe te arrimaban un vaso caliente de café, una manta, un cobijo o simplemente te abrazaban y consolaban.  

Cuando ves que un jubilado, de su paga, separa cincuenta euros para ayudar a otra persona, piensas que algo bueno está pasando y a la vez te indignas. Si, te indignas por tener que llegar a esta situación.

Aquí hay algo que está fallando estrepitosamente. Cuando en una familia se pierde el respeto a los padres, algo está fallando. Cuando una hija de dieciséis años puede ir a abortar sin tener que consultar a los padres, perdona, pero que aborte en buenas manos y con todas las garantías. Me parece fantástico, pero en esa casa hay un problema más gordo, pero mucho más gordo, que el preñao de la niña.

Las campanas están tocando a arrebato, pidiendo algo a la población civil y no veo que levantarse en armas con palos de fregona y piedras ayude mucho en la calle, pero ya que estamos en una era en que la informática y las redes sociales se encargan de que todo el mundo esté informado, pues que no decaiga. Que se eleven voces en las redes, pidiendo un cambio a la cabeza de la gran familia que es este país y que los poderes políticos se enteren y saneen toda la corrupción que colapsa las vías sociales creadas para ayudar a la población que lo está pasando tan mal.

Tampoco comprendo que obliguen a subir el IVA en gafas y lentillas porque están más bajos que Europa y no obliguen a subir los sueldos para equipararlos al resto. Qué pasa? ¿Que vienen los franceses y los alemanes a comprarse aquí las gafas porque son más baratas…?

Pues eso, que las campanas están tocando a arrebato y hay muchas personas, buenas gentes, al margen de políticastros corruptos y ladrones, dispuestos a echar una mano a todas las personas que lo están pasando mal, y admiro a ese jubilado que da los cincuenta euros, que son suyos, trabajaos y sudaos, y al albañil que no cobra por poner un plato ducha al discapacitado. Merecen todo mi respeto y admiración, pero que si no se hubiesen fumao las ayudas entre unos y otros, todo esto no haría falta, funcionarían los canales de ayuda y asistencia de los ayuntamientos, que ahora están en stand by, y espero que con nuestros impuestos, que les están volviendo a llenar las arcas, destinen a estos menesteres el presupuesto que corresponda y esas campanas se callen de una vez, porque me están volviendo loca.


martes, 7 de enero de 2014

SOLOMILLO STROGONOF ESTILO LA PACA

Bueno, después de vivir intensamente la Navidad, diré que últimamente le ponemos unas ganas, que no sé si la disfrutan más los pequeños o los más grandes.

El fin de año, que lo pasamos en casa de La Meri, mira que tiene salón grande y porche espacioso… pues bueno, ¿dónde estaba el baile?, en la cocina: donde más nos podamos estorbar, achuchar, empujar y reírnos como locas, porque es donde se corta el pan, se prueban las salsas, se trocea la lechuga, se preparan los aperitivos y bueno… -“¡esta gamba se merece una copita!, pues vamos a abrir algo ¿no?”- Y a partir de ahí, sálvese quien pueda, ya está liá la fiesta. 

Musiquita a tope y el que va llegando, -si tiene ganas y no le duele la cabeza, ni las rodillas, ni viene de bajón-, se va agregando, el que no tiene ganas, se apoltrona en otro sitio, hay confianza y no hay que apretarse si no le apetece.

Para nosotros la Navidad comienza a mediados de Diciembre con la quedada del amigo invisible, the most important gift, porque es lo único que vamos a recibir los mayores,- hermanos y cuñados-, unos de otros y ahora también los sobrinos que hayan comenzado a trabajar, porque el puterío está malo y somos muchos.

Esta tradición es nueva, la copiamos de los niños del instituto y nos pareció bien. Con los años vamos mejorando, porque después de todo siempre hay una primera vez y el primer año hubo un amigo invisible al que le pareció bien regalar la tapadera del water, -superfashion de la muerte que te cagas, de las primeras que salieron de metacrilato decorada con peces, espectacular-, pero hay que saber apreciar este regalo tan original y la persona a la que iba dirigida tenía otras expectativas, pero como de todo se aprende, en las siguientes ediciones junto al nombre ponemos sugerencias, casi siempre algo pa´ nuestro cuerpo serrano, nada para la casa. A mi hermana le regalaron una cafetera el día de la madre, o el de los enamorados, o algún cumpleaños y LA CASA agradeció el regalo, pero ella no. Entonces, toca regalo personal y eso es muy complicado, por eso ponemos sugerencias al lado del nombre. Las mujeres somos más fáciles de regalar. Yo, por ejemplo, pongo el nombre del perfume que me gusta y el tamaño (grande, of course) pa´ que nadie se me despiste, pero mi marido no sabe qué poner, así que a quién le toca, se tiene que exprimir las neuronas, porque no fuma, cada vez bebe menos y la ropa, le gusta buena, pero de muy buena marca (tonto nunca fue).

Luego viene el atracón el día de navidad, el atracón en fin de año y cuando todavía estoy saboreando el último trozo de roscón de reyes, os voy a contar lo que voy a comer a partir de mañana: Lechuga con… buenos propósitos de plancha, pescado, carne, huevos cocidos, aliños de frutos secos, en fin, algo apetitoso en ensalada, que cuando llegue el verano, si no he adelgazado, por lo menos espero depurar  el hígado.

Como volvió a gustar el solomillo que preparé para fin de año, os voy a dar la receta, que es la que repito cada año:

Solomillo a tiras o en medallones, -al gusto-, con sal y pimienta, se sellan en la sartén por ambos lados para que no se escape el jugo y se reserva aparte. Luego se fríen los champiñones en cuartos o en láminas gorditas, igual, sellados por ambos lados para que no pierdan el jugo y se reservan. Se pone mucha cebolla picadita y cuando está frita se le quita el aceite, -si es mucho-, y se le añade una lata grande de tomate triturado, dos cucharadas grandes de mostaza Dijon, sal, pimienta al gusto y se deja reducir. Cuando ha reducido se le añade un bote grande de nata, -mis cantidades son grandes porque somos muchos solo para probar-, pero se reduce hasta para dos personas si hace falta,  y se rectifica de sal o se añade más pimienta, al gusto. Cuando ha reducido todo un poco se le añade la carne y los champiñones y se le da el último hervor. 

Que aproveche, espero que os guste, porque nosotros hemos sobrevivido a otra Navidad.