EL POR QUÉ DE ESTE BLOG

EL POR QUÉ DE ESTE BLOG

Bueno, bueno, bueno, pues se explica en pocas palabras: ESTOY EN EL PARO.

Si, después de 34 años trabajando, ahora estoy en el paro y como la cosa me temo que va pa´ largo, pues tengo que fogá, ¿sabéis lo que es eso?, pues que necesito algo que hacer para quemar energía.

Trabajando en hostelería, tratas con todo tipo de personas al cabo del día, clientes y compañeros de trabajo, y si además la mayoría son mujeres, que somos muy charlatanas y llevamos muchos años trabajando juntas, filosofamos mucho de familia, noticias, arte, cultura, actualidad en general y cotilleos; pues eso es lo que me falta, compartir.

Cuando estoy cocinando con la radio puesta y me viene a la cabeza algo que creo es interesante y que podría compartir, lo escribo en el ordenador, y como me he apuntado al feisbuk, lo comparto con la corrala cibernética de familia y amigos.

Ahora me han dicho que sería interesante que hiciera un blog. Pues vamos a ello.

Advierto que son cosas mías, igual hay veces que se me va la olla, son cosas cortitas del día a día y los que me leen hasta ahora dicen que les hace gracia, sólo escribo cuando encuentro algo que me inspira y creo que se puede compartir.

SI ME QUERÉIS, SEGUIDME.

sábado, 28 de marzo de 2015

LAS FALLAS DE VALENCIA

Que sí, que no…, que me fui a Valencia a ver las fallas ¡y olé!
Me dijo mi hermana, que sabía de mi frustración de no poder ver unos buenos fuegos artificiales, “no te preocupes, que aunque no me entusiasma, yo te llevo este año a Valencia, que tengo allí unas amigas que nos esperan”. Olé, olé y olé por mi hermana.

No tenía ni idea de a lo que iba, pero estaba dispuesta a una sobredosis de fuegos artificiales. No de petardeo, sino de fuegos artificiales por la noche.

Bueno, pues lo primero es que esa es sólo la punta del iceberg y como me dijo una valenciana, ellos, los que son falleros, les corre la pólvora por las venas y esto es una fiesta pagana, es como un quebrarle la espalda al invierno, quemar todo lo viejo y renacer como la primavera, pero celebrarlo a lo bestia, a lo grande.
A mí, que no me gustan los petardos, después de unas buenas mascletás en la plaza del ayuntamiento, lo siento pero los petardos se me han quedao pequeños. Me comentan estas amigas valencianas que si en España hubiese una guerra, a los únicos que no les afectaría creándole un trauma el ruido de las bombas, sería a los Valencianos. Vamos, lo sienten tan suyo y   están tan orgullosos, que cuando la guerra de Bosnia acogieron en un barrio a unos chiquillos y lo único que se les ocurrió preparar para recibirlos, fue una mascletá. Los pobres, que venían traumatizaos de una guerra, terminaron refugiándose debajo de los coches.
Me consta que mi hermana ha disfrutado como yo. Hemos tenido una suerte tremenda con el tiempo, porque como anunciaban malo, pues cada día ha sido un no parar desde por la mañana, recorriendo Valencia de punta a punta, viendo la plantá de los ninots, buscando las mas representativas de otros años y buscando las que habían sido  premiadas, porque en cada esquina te sorprende una obra increíble que cuando llevas vista unas pocas dices, “bueno, precioso, pero no dejan de ser muñequitos” y como no  hablo valenciano, pues no entiendo la dinámica de lo que representan. Tienen ironía, hacen versos satíricos, explican con paneles lo que quieren expresar, pero a menos que tengas la suerte que yo tuve de ir con valencianas que te traduzcan, no te enteras y sales un poco harta de tanto muñequito.
Luego dijeron: “os vamos a llevar a tal barrio, que siempre hay una falla que suele ganar”, pues vamos ¿y qué nos encontramos?, un andamio en medio de la calle. Después de ver tantos muñequitos, los buscamos y una señora nos dijo que era “aquello”, el andamio, que ese año habían preparado una falla experimental y que nos decepcionaría… Bueno y tan experimental, que con la lluvia y el viento, se ha derrumbado y no ha esperado a la cremá. Luego, recorriendo las calles, en un barrio antiguo, nos encontramos una pequeña falla hecha, me imagino, como serían las primeras, de papel maché con cañas y palos, que representaba un Ave Fénix chulísimo, y la infantil unos peces globo, igual, de papel mache, cañas y vestidos de trapos. Chulísima por lo auténtico, hartas de ver súper monumentos firmados por maestros famosos, encontrarnos con una tan auténtica por lo sencillo, se agradece. También fuimos a ver la ganadora de las infantiles, qué cosa tan preciosa, qué trabajo, porque los ninots pequeños estaban trabajados con un gusto, además, no eran pintados sino que las muñequitas estaban vestidas de falleras con puntillas, pero de un gusto exquisito y más gracia y arte en todas las expresiones. Esta sí lloraría yo al quemarla.

Bueno, pues llega la esperada noche, la noche con los castillos de fuegos artificiales. Joderrrrrrr, joderrrrr, todavía tengo que asimilar las luces y colores y ruidos. Esas tracas de fuegos artificiales las tengo clavás en la retina y mi hermana me pregunta: “¿qué, vuelves con sobredosis?”,  y qué vaaaaa, no vuelvo con sobredosis, vuelvo enganchá… pues nunca he visto cohetes que exploten en cuatro tiempos creando imágenes tan preciosisisisisisismas: corazones, flores, conejitos, todas las palmeras, plumeros, dientes de león y lluvia de estrellas que te puedas imaginar, por arriba, por abajo, corriendo como lombrices por el cielo, todo tan rápido, todo tan intenso, que no abarcas con la vista el cielo para ver tal explosión de luz y color. Durante cuatro noche seguidas, casi veinte minutos así… aaaaaaahhhhhh, extasiá vengo, oyes.

Bueno, pues al margen de que me traigo una imagen de Valencia maravillosa, albuferas repletas de vida con patos y pollas de agua, la playa de la Malvarrosa, e incluso la lonja, con sus columnas en espiral. Tengo que dar las gracias a las valencianas y adoptadas por Valencia que se han volcado para que este viaje sea inolvidable. Muchas gracias chicas, y ya sabéis… we keep in touch

lunes, 23 de marzo de 2015

EL DÍA DEL PADRE

¡Y ahora qué pasa!, pues que es el día del padre y el mío hace años que murió. Sufría una enfermedad crónica grave y durante años estuvimos entrando y saliendo del hospital cada cierto tiempo, por eso, en fechas señaladas, procurábamos estar con él, no fuese a ser el último año. Yo lo quería mucho por gracioso y por buena gente, y aunque no soy tan sentía como mi cuñá, -que era el ojito derecho de su padre y tenía una conexión súper fuerte-, creo que, ni por esperarlo ni porque sea de repente, nunca es buen momento para que te dejen, pero como dice mi marido: -“al que le que toca…  le toca”.

Ya son mis hijas mujeres y deben de felicitar al suyo, mi marido, que es lo que toca. Lo que toca, siiiiiii, lo que toca, y a la que le toca la cocina es a mí, porque no es festivo, y se han ido a comprarle unos bombones de licor, que son los que le gustan, dejándome a mí el menú. ¿Qué pasa?, pues que son muchas horas en la cocina y sola con la música da tiempo a visualizar algunas cosas de tu vida, y las comparto en el blog, pero esta vez me voy a poner creativa con el menú.

Si tienes la suerte de contar con un amigo buzo que te pueda coger un cubo de mejillones del torreón del cable en luna llena, olvídate de atrezzo, los haces al vapor con limón. Pero si andas con la economía de guerra y compras una malla de las que venden en el supermercado, pues a por el atrezzo, porque… no sabes cómo saldrán y por eso aquí comparto receta exprés con mis amigas cocinillas: chorreón de aceite a la cazuela, media cebolla picadita. Cuando está dorada, ajo, perejil, chorreón de tomate frito, medio vaso de vino blanco, añades los mejillones, los tapas y a cocer con su propio jugo. Si no están muy gordos, al menos les gustará la salsa. El mismo atrezzo para almejas o cualquier molusco de concha.

Pollo en pepitoria: Pollo troceao con sal y pimienta, chorreón de aceite y a freír. Cuando están doraditos apartar y reservar. Luego añadir a ese mismo aceite media cebolla picada, almendras y ajos pelados,  cuando están fritos apartar y poner en un vaso de la picadora con un poco de agua, medio vaso de vino blanco, pastilla de caldo, azafrán y a moler, no mucho, para incorporar a la sartén con el pollo y cubrir con la mezcla. Cocer hasta que consuma el caldo y añadir un par de huevos picaditos antes de servir. Guarnición de arroz blanco.

Luego me llama mi madre y me dice que está sin frutita, y aprovecho un poco para preparar el postre especial, igual, comparto receta para mis amigas cocinillas: en una copa ancha poner un fondo de fruta picada, en la sartén aceitada, un puñado de almendras peladas con un poco de zumo de limón y cubrir de azúcar, cuando está dorada a punto de caramelo se añade por encima de la fruta que al enfriar hace una costra dura y luego se vuelca un flan y se rodea de nata montada. Espectacular, pero como no tengo móvil aún, no hay fotos, lo siento. Mi hermano me putea porque no tengo móvil y me intenta convencer de que en vez de quedarme leyendo en mi rinconcito del sofá coja el móvil fashion y un cuenta libros y lo vaya oyendo a la par que ando, y cuando me canse cambie a musiquita, así puedo a la vez estar conectada en el family y cotillear. Pero si me quedo sin batería a la mitad del camino, se han regalado un cargador externo que parece medio ladrillazo, y entre el cacho de móvil y el ladrillazo por si me quedo sin batería, necesito una bolsa riñonera pa´ cargar con el equipo… lo siento, no estoy pa´ sufrir, pero sigo esperando mis gafas conection con wasap holográfico y cámara que se active con el pestañeo.

Mis hijas me dicen que las tartas del escaparate que han visto no se atrevieron a comprarla para su padre. Yo no las he visto, pero me dicen que eran como corbatas eróticas, mi chica me las describe como un cipote mandingo…, me dicen que había una señora mayor y la vieron hasta un poquito excitada, mi chica me dice pensaría la mujer “madre mía, qué ven mis ojos” mientras se alejaba y no se sabía si la compraba o no, porque las veía un poco blanditas.

Bromas aparte, en fin, el menú se comió todo, se le hizo la fiesta apropiada, se tomaron bombones de postre y otro día del padre superado…


miércoles, 11 de marzo de 2015

SE ACABÓ LA BARRA LIBRE

“Lula Da Silva, siendo todavía aspirante a la presidencia del Gobierno de Brasil, preguntó un día a un español importante, un hombre que llegó a tener bajo su directa responsabilidad a 12.000 profesionales sólo en España, qué había que hacer para acertar en Economía. Y el español, un pozo de sabiduría, le contestó con una sencilla metáfora: -Mire usted, desde el punto de vista social, que es el que le preocupa, la economía es como una gran baguette. El 10% de la derecha son ricos, a los que puede apretar con impuestos varios para que contribuyan al bienestar general; el 10% de la izquierda son pobres, a los que deberá proteger con programas sociales de todo tipo, y el resto, ese amplísimo 80% de la barra de pan, es gente trabajadora, clases medias en su más amplia acepción, a los que usted deberá presidir con eficacia y honestidad. Eficacia entendida como buen criterio a la hora de manejar las variables macroeconómicas dependiendo de la coyuntura, y honestidad para pensar siempre en el bien común por encima del suyo propio o de su partido-”. Esto es un resumen del artículo del periodista Cacho para el Confidencial Digital titulado La teoría de la baguette, del año en que todavía gobernaba Zapatero. En aquel tiempo, mi opinión era que si Aznar no hubiese sido tan fantasmón y hubiese oído al pueblo que no quería reírle la política a los americanos, que le decía por activa y por pasiva que no entrásemos en la guerra de Irak y él, por sus santos cojones nos metió, llegando las consecuencias del acto terrorista del metro en Madrid. Si en aquel tiempo hubiese oído al pueblo, no hubiese perdido las elecciones, porque como alternativa, ¿qué teníamos para hacerle frente?, votar a Zapatero, que ni de coña hubiese salido si el pequeño dictador no se hubiese endiosado y hubiese oído al pueblo. Ya por aquel tiempo oí a ciertas personas decir, “vámonos con los dineros, que esta gente no trae ningún programa económico, se encuentran con la caja llena y tienen pinta de entrar a saco…”. Efectivamente, ya se acabó la barra libre y todavía, después de tantos años, seguimos recogiendo borrachos. Hemos visto tal nivel de despilfarro y todo con la frase tan manida de “A COSTA DEL CONTRIBUYENTE”. O sea, que le pagamos la fiesta y además de putos le hemos hecho la cama. ¿y quiénes?, pues somos ese ochenta por ciento de ciudadanos, que ni éramos pobres ni ricos, éramos la clase trabajadora. ¿Ahora dónde está esa clase trabajadora?, ¿a quiénes vamos a votar en las próximas elecciones?, ¿qué opciones tenemos?
¿Vamos a oír los cantos de sirenas de quienes saben hacerlo bien pero están condicionados por años de corrupción?, ¿o por el contrario, nos vamos a poner en manos de gente nueva que trae nuevos aires, pero no sabemos si estarán contaminados?
Seguimos reclamando esa honestidad que anteponga el bien común por encima de los partidos y de ideologías, que volvamos a ser ese 80% de gente trabajadora, porque según el censo, ahora hay un 20% que son más ricos que antes, un 40% que son pobres de necesidad y otro 40% de trabajadores asfixiados, buscando un salario digno donde sea y sin posibilidad de futuro, porque no hay una seguridad en los trabajos, porque aunque el sueldo base sea bajo, los pobres nos acostumbramos a prescindir de todos los caprichos que nos hemos dado cuando ganábamos un buen sueldo, ¡pero coño! por lo menos que los sueldos aunque bajos, sean fijos, ¡cojones!, que acaben con los contratos basura de empresarios carroñeros.

¿Qué pasa con la baguette?, pues que, del 80% que éramos gente trabajadora, hay un 40% que durante un tiempo se auparon al estatus de “nuevos ricos” y disfrutaron de la barra libre, que el gobierno puso a su disposición. El gobierno, si, el gobierno en general, y ahora le exigimos al gobierno que asuma las consecuencias de sus actos, que estamos hartos de pagar Chivas a gorrones y que como no lo hagan bien, se encontraran de nuevo con un voto de castigo. He dicho.