EL POR QUÉ DE ESTE BLOG

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Bueno, bueno, bueno, pues se explica en pocas palabras: ESTOY EN EL PARO.

Si, después de 34 años trabajando, ahora estoy en el paro y como la cosa me temo que va pa´ largo, pues tengo que fogá, ¿sabéis lo que es eso?, pues que necesito algo que hacer para quemar energía.

Trabajando en hostelería, tratas con todo tipo de personas al cabo del día, clientes y compañeros de trabajo, y si además la mayoría son mujeres, que somos muy charlatanas y llevamos muchos años trabajando juntas, filosofamos mucho de familia, noticias, arte, cultura, actualidad en general y cotilleos; pues eso es lo que me falta, compartir.

Cuando estoy cocinando con la radio puesta y me viene a la cabeza algo que creo es interesante y que podría compartir, lo escribo en el ordenador, y como me he apuntado al feisbuk, lo comparto con la corrala cibernética de familia y amigos.

Ahora me han dicho que sería interesante que hiciera un blog. Pues vamos a ello.

Advierto que son cosas mías, igual hay veces que se me va la olla, son cosas cortitas del día a día y los que me leen hasta ahora dicen que les hace gracia, sólo escribo cuando encuentro algo que me inspira y creo que se puede compartir.

SI ME QUERÉIS, SEGUIDME.

miércoles, 15 de enero de 2014

LAS CAMPANAS TOCAN A ARREBATO

Hay un programa todas las tardes en la primera de televisión española, donde todas las tardes las campanas tocan a arrebato.

Antiguamente, antes de la era Internet, se comunicaba a la población eventos que concernían a todo un pueblo con las campanas de las Iglesias. La gente conocía el toque de las campanas cuando sonaban y se sabía  por qué doblaban, si era a misa, ángelus, a difunto o a arrebato. Conocían sus distintos sonidos y este último se hacia cuando había una catástrofe gorda -un incendio, un accidente con derrumbe-, las campanas tocaban a arrebato llamando a la población civil para ayudar. Acudían en masa y manos a la obra, presto, sin dudar, arrimaban el hombro.

Ahora ya no se hace así, gracias a Dios, hay unos colectivos de personas, que son funcionarios del estado, preparados para en cero coma dos prestar sus servicios de ayuda a la ciudadanía, en todos los aspectos. Personal formado en Universidades para atender a una población en cuerpo y mente. Profesores de profesores, asesores de supuestos y personal cualificado para que, suceda lo que suceda, estemos atendidos.

Pero, ¿qué sucede con este programa? ¿Por qué tiene una audiencia de un millón de personas todas las tardes? Nos toca la fibra genética del pasado, donde habiendo tan poco, -pero tan poco-, todavía había buenas personas que ayudaban y cuando había una catástrofe te arrimaban un vaso caliente de café, una manta, un cobijo o simplemente te abrazaban y consolaban.  

Cuando ves que un jubilado, de su paga, separa cincuenta euros para ayudar a otra persona, piensas que algo bueno está pasando y a la vez te indignas. Si, te indignas por tener que llegar a esta situación.

Aquí hay algo que está fallando estrepitosamente. Cuando en una familia se pierde el respeto a los padres, algo está fallando. Cuando una hija de dieciséis años puede ir a abortar sin tener que consultar a los padres, perdona, pero que aborte en buenas manos y con todas las garantías. Me parece fantástico, pero en esa casa hay un problema más gordo, pero mucho más gordo, que el preñao de la niña.

Las campanas están tocando a arrebato, pidiendo algo a la población civil y no veo que levantarse en armas con palos de fregona y piedras ayude mucho en la calle, pero ya que estamos en una era en que la informática y las redes sociales se encargan de que todo el mundo esté informado, pues que no decaiga. Que se eleven voces en las redes, pidiendo un cambio a la cabeza de la gran familia que es este país y que los poderes políticos se enteren y saneen toda la corrupción que colapsa las vías sociales creadas para ayudar a la población que lo está pasando tan mal.

Tampoco comprendo que obliguen a subir el IVA en gafas y lentillas porque están más bajos que Europa y no obliguen a subir los sueldos para equipararlos al resto. Qué pasa? ¿Que vienen los franceses y los alemanes a comprarse aquí las gafas porque son más baratas…?

Pues eso, que las campanas están tocando a arrebato y hay muchas personas, buenas gentes, al margen de políticastros corruptos y ladrones, dispuestos a echar una mano a todas las personas que lo están pasando mal, y admiro a ese jubilado que da los cincuenta euros, que son suyos, trabajaos y sudaos, y al albañil que no cobra por poner un plato ducha al discapacitado. Merecen todo mi respeto y admiración, pero que si no se hubiesen fumao las ayudas entre unos y otros, todo esto no haría falta, funcionarían los canales de ayuda y asistencia de los ayuntamientos, que ahora están en stand by, y espero que con nuestros impuestos, que les están volviendo a llenar las arcas, destinen a estos menesteres el presupuesto que corresponda y esas campanas se callen de una vez, porque me están volviendo loca.


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