EL POR QUÉ DE ESTE BLOG

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Bueno, bueno, bueno, pues se explica en pocas palabras: ESTOY EN EL PARO.

Si, después de 34 años trabajando, ahora estoy en el paro y como la cosa me temo que va pa´ largo, pues tengo que fogá, ¿sabéis lo que es eso?, pues que necesito algo que hacer para quemar energía.

Trabajando en hostelería, tratas con todo tipo de personas al cabo del día, clientes y compañeros de trabajo, y si además la mayoría son mujeres, que somos muy charlatanas y llevamos muchos años trabajando juntas, filosofamos mucho de familia, noticias, arte, cultura, actualidad en general y cotilleos; pues eso es lo que me falta, compartir.

Cuando estoy cocinando con la radio puesta y me viene a la cabeza algo que creo es interesante y que podría compartir, lo escribo en el ordenador, y como me he apuntado al feisbuk, lo comparto con la corrala cibernética de familia y amigos.

Ahora me han dicho que sería interesante que hiciera un blog. Pues vamos a ello.

Advierto que son cosas mías, igual hay veces que se me va la olla, son cosas cortitas del día a día y los que me leen hasta ahora dicen que les hace gracia, sólo escribo cuando encuentro algo que me inspira y creo que se puede compartir.

SI ME QUERÉIS, SEGUIDME.

martes, 1 de septiembre de 2015

ANASTACIA EN STARLITE 2015

Lo siento mucho hermano, no sabes cómo lo siento, pero te perdiste el concierto, maldita hernia lumbar. Te resarciremos, aparte de que te debemos tu regalo de cumpleaños, no sé cómo, pero te resarciremos de algún modo, mientras tanto, esta crónica va por ti, para que te mejores prontito.

Bueno, bueno, bueno, estoy seca de crónicas cotidianas, peeeeeeero este concierto extraordinario lo comentaré, porque como dice mi hermana, “ya tenemos crónica”.

Comenzamos por vestirnos para un concierto, con taconazos y no sé, no sé, porque después de ver el batiburrillo de vestimenta playera, bermudas y bambas que vimos esa noche, creo que mientras no arreglen la entrada, es lo mejor, porque se han gastado un pastón todo el año en promoción de este festival, donde vienen artistas que mueven masas, y ya podrían arreglar un poco la entrada, que siempre nos puede el casposerío y nos hunde el mantenimiento. Por favor, mi cuñá me dice que dónde me he criao, que protesto tanto. No sé si es protestar o constatar lo que hay, y lo yo he visto es poco mantenimiento a la entrada, que es un largo recorrido desde el aparcamiento hasta la cantera, para hacerlo procurando no doblarte un tobillo.

En cambio, una vez que subes a los autobuses que te llevan a la cantera, dentro del recinto, se está bien. Las copas no son “excesivamente” caras antes del concierto y se puede comer algo decente, la oferta es muy amplia desde abajo hasta arriba.

Luego está el concierto en si, que es otra historia. La acústica de la cantera de piedra es maravillosa y Anastacia, aunque chiquitita,  grande, muy grande, subida a unos zuecos imposibles de describir con vaqueros blancos, camiseta lencera marcando… y chaleco de flecos. Cantó con ese estilo que ha creado ella, que le llama “sprock”, mezcla de soul, rock y pop, que me enamoró desde su primer disco. Canciones nuevas y viejas, sólo cuatro músicos en el escenario y dos muchachas del coro, no hizo falta nadie más para que aquello sonara maravilloso, con una Anastacia adorable, que se jartó de hablar en inglés dejando a la mayoría del público pidiendo subtítulos, ¡porque mira que habla!, interactuando  con el público, haciendo selfies, y cada vez que gritaba “¡guapaaaaaaa!” con esa voz americana que parecía de borrachita, se nos metía en el bolsillo, simpática como si fuera nuestra prima más cercana y ese torrente de voz negra, que cuando se cambió el chaleco de flecos por uno largo de tigresa y se colocó sus gafas rockeras, nos pegó un subidón de rock que parecía que teníamos al Leni en el escenario.
Subió al escenario para cantar una canción con la pequeña de nueve o diez años que ganó  la voz  kids y lo hicieron fenomenal, y ya cuando sonó el I´m outta love, tenia al público en pié bailando. Se bajó del escenario, firmó discos, autógrafos, respondió a tres preguntas de los espectadores que habían metido en una caja… Ya te digo, simpática, cercana, gamberra y adorable Anastacia, aparte de una gran cantante, aunque eso ya lo sabía, el verla actuar en persona, me ha encantado.

Y bueno, a la salida del concierto un espectáculo de burlesque muy entretenido mientras se van marchando los que no pueden quedarse más tarde… y otro año más ver un concierto de esta categoría en Marbella que mereció la pena.


We keep in touch, tú ya sabes...


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