Y
mira que he escrito el cuento para entretenerme y no meterme a analizar la
actualidad, ¡pero no puedo, no puedo, no
puedo!
Hace
tiempo dije que los nuevos partidos estaban moviendo el panorama y entraron con
fuerza, y gracias a ellos vemos desfilar uno tras otro a todos los corruptos,
primero por el juzgado y luego al que le toca, a la cárcel, sea folklórica,
político o hija de reyes; quien la hace la paga y que la ley sea igual para
todos.
¡Demonios
con el ministro de hacienda, y parecía tonto!, que tiene a España entera acojoná. Ni una puntilla que compraste
para reformar aquella estantería desvencijá
del campo te deja pasar. Mira con lupa lo que diste, recibiste, compraste,
vendiste y si se te ocurre ocultar algo, ¡Dios te salve!.
Y
todo esto en un país con fama de golfo, flojo, ladrón y, que como dice el
refrán “quien anda con la miel, se chupa
los dedos” y toda la calaña que ha tocado el dinero que no le ha costado
ganarlo, pues ha pillao, unos más que
otros, dependiendo del grado de tentativa en el que se ha encontrado, pues eso,
que ha pillao. Porque España, cuna
del refranero, ya lo dice en su muy castizo “al ladrón, lo hace la ocasión” y
si la tiene, pues zasca.
Pero
tenemos que sentirnos orgullosos de aquel 15M de los hastiaos e indignaos
hasta el retorcimiento de tripas más obsceno, que ya no se podía tragar más con
la corrupción, y se formó ese movimiento espectacular, con fuerza y garra,
cuando ya la gente no puede más y van a por todas, que hasta los franceses, que
se vanaglorian de su revolución y se cargan de medallas con ella, han intentado
copiarnos, pero no les ha salido. Lo siento.
Pues
eso, que al la sombra de aquel movimiento esta temporada tocaban nuevas
elecciones y se presentaron tres nuevos pájaros, nuevos en esta plaza llamada
España, y me acuerdo del Dr. Don Francisco Fernández Bertomeu, que D.E.P. y que
en gloria esté, espero que a la derecha del padre, preguntándole tantas dudas
que, como buen cristiano practicante, tenía, porque mira que era resolutivo,
por lo menos conmigo lo fue, y a lo que iba, -que me disperso-, siempre que
tenía una duda le preguntaba, porque era el Instituto Cervantes, pues eso, que
cuando había una reunión con algún directivo nuevo con poder ejecutivo, que nos
presentaba un plan para salvar la empresa, con muchos gráficos en colores,
presupuestos y nos pedían opinión a los trabajadores y parecía que incluso les
interesaba lo que pudiésemos decir, le preguntaba: -“Doctor, ¿a usted que le
parece?”- Y él, muy serio y con los Quevedo colgando del puente de la nariz y
su sonrisa socarrona, me contestaba: -“Paqui, hay que esperar, porque al pájaro
se le reconoce por la cagada”-.
Pues
esperando cien días desde las últimas elecciones y que nos vemos avocados a
repetirlas, menudos tres pájaros han resultado, y menuda peazo de cagada que han soltado. Se presentaron como mirlos blancos,
y a la vuelta de la primera reunión con el Rey, resultó que no eran mirlos, ¡qué
va, por la cagada les conoceréis!, qué razón tenía Don Francisco, pero qué
razón…Los pájaros abrieron sus colas, y resultaron ser pavos reales, pero no
cualesquiera, reales y tontos, pero tontos y vanidosos hasta la vomitona. Grandes
necios, vanidosos, presumidos, caprichosos y engreídos, -por si no lo habéis
notado, me ha poseído la más grande, La Jurado-.
No
han esperado a tener ni un poco de experiencia, ná de ná, van sobraos, el ministro les está llenando
las arcas de nuevo y están como locos pa´
meterle de nuevo mano y gastar como si lo hubiesen trabajado ellos.
No
sé qué pasará en las próximas elecciones, el pueblo soberano volverá a
manifestarse, pero vaya peazo de
mierda que están hechos estos políticos.
We keep in touch, tú ya sabes…
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