EL POR QUÉ DE ESTE BLOG

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Bueno, bueno, bueno, pues se explica en pocas palabras: ESTOY EN EL PARO.

Si, después de 34 años trabajando, ahora estoy en el paro y como la cosa me temo que va pa´ largo, pues tengo que fogá, ¿sabéis lo que es eso?, pues que necesito algo que hacer para quemar energía.

Trabajando en hostelería, tratas con todo tipo de personas al cabo del día, clientes y compañeros de trabajo, y si además la mayoría son mujeres, que somos muy charlatanas y llevamos muchos años trabajando juntas, filosofamos mucho de familia, noticias, arte, cultura, actualidad en general y cotilleos; pues eso es lo que me falta, compartir.

Cuando estoy cocinando con la radio puesta y me viene a la cabeza algo que creo es interesante y que podría compartir, lo escribo en el ordenador, y como me he apuntado al feisbuk, lo comparto con la corrala cibernética de familia y amigos.

Ahora me han dicho que sería interesante que hiciera un blog. Pues vamos a ello.

Advierto que son cosas mías, igual hay veces que se me va la olla, son cosas cortitas del día a día y los que me leen hasta ahora dicen que les hace gracia, sólo escribo cuando encuentro algo que me inspira y creo que se puede compartir.

SI ME QUERÉIS, SEGUIDME.

martes, 21 de mayo de 2013

CÓRDOBA Y SUS PATIOS


Surgió la oportunidad y fuimos a Córdoba a buscar algo que, en la semana de las Cruces, se había dejado olvidado mi hermana. Dio la casualidad que estaban abiertos los patios cordobeses. Sin necesidad de este sobreañadido, Córdoba es una gran ciudad, pero con los patios llenos de flores, abiertos al público, pues es… como añadirle garrapiñada al helao de vainilla: SUPERIOR.

Recuerdo cuando hace treinta años se venían a Marbella a pasar el verano, desde Córdoba, el hermano de mi vecina con todos sus hijos y me contaban atrocidades del clima y el viaje por carretera que hacían hasta llegar, era una Odisea. Ahora, con el aire acondicionado, hemos mejorado en calidad de vida y no hay que soportar esas temperaturas. Nosotras llegamos en cero como dos, que con las buenas carreteras que hay ahora y un buen coche, “hasta el infinito y más allá”… es comodidad absoluta, nada de cansancio, buena musiquita en el coche y a disfrutar del paisaje. Maravillada con el color de los campos andaluces, como un cuadro de Monet y el verde del verano en los sembraos, con unos toques de flores lilas que te lo imaginas estampao en un pañuelo de seda y te hace disfrutar el viaje desde el inicio.

Bueno, nada más llegar, parking en el casco antiguo y a patear. Lo primero, un sombrero de paja, que hay como diez grados de diferencia de temperatura con respecto a Marbella y se nos iban a derretir los sesos. Nos pateamos algunos patios, me encanta esta arquitectura de los muros a ras de la calle y el interior con los patios, las fuentes y el frescor de las plantas. Ya digo que, con el aire acondicionado, se ha variado mucho la construcción, las terrazas y los jardines ahora son exteriores, no se necesitan muros que protejan del calor, pero dice mi hermana que, si en algún momento se hiciese una casa, sería imitando la construcción árabe: con muros a la calle y el interior con patio y fuentes, donde te puedes mover como si estuvieses en el exterior, pero con intimidad, sin ojos externos que te vigilen.

Y hay que comer, ¡claro! Bueno, en Córdoba lo que quieras, pero indiscutible el Salmorejo, que es una variante del gazpacho y la porra antequerana, pero con una textura tipo pomada y virutas de jamón y huevo. Rabo de toro y alcachofas estofadas con vino, jamón y ajito, en un restaurante que es una casa con patio, como casi todas las de esta zona. Y de postre… hojaldre con cabello de Ángel, muy pequeñita la ración, pero buenísimo y pa´ rematar copita de Pedro Ximénez, regalo de la casa, todo un detalle.

Luego nos fuimos a buscar la musiquita, porque los patios cierran hasta las seis de la tarde. Nos encontramos un patio con una banda en directo que sonaba estupendamente, así que bailoteo pa´ rebajar la comida. Seguimos por la Mezquita, Las Caballerizas Reales, la zona del Puente, la Alcazaba, la Judería y vuelta a los patios. Los cordobeses son súper simpáticos y la anécdota es que se dirigían a mí hablándome en inglés, pensé: -“Paca, tienes que llevar una pinta de guiri loca de no te menees”-. Incluso una chica en la calle me preguntó en inglés que de dónde era, para practicar ingles conmigo, dijo, ¡qué simpática! Por la noche, concierto de Nacha Pop, espectáculo ecuestre y sigue la fiesta.

La vuelta lo mejor, siempre me pasa lo mismo: no me oriento cuando estoy fuera de mi Marbella y lo noto cuando bordeo la costa y es como si me equilibrara. Yo tengo que saber que cuando me tiendo en la playa, los pies dan al sur y la cabeza está en el norte, entonces me encuentro bien. No sé, tendrá que ver algo con el Feng Shui y la energía Chi del mundo, porque sin quitarle mérito a otras partes, aquí es donde mejor me encuentro.



1 comentario:

  1. Lo de güiri loca será por el sombrero,digo yo porque por la cara no será.Que bien te lo pasas hija de mi vida y lo describes tan requetebién que siento como si yo misma hubiese visitado esos maravillosos patios.Lo comparto para que otras personas puedan disfrutar un ratito contigo

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