EL POR QUÉ DE ESTE BLOG

EL POR QUÉ DE ESTE BLOG

Bueno, bueno, bueno, pues se explica en pocas palabras: ESTOY EN EL PARO.

Si, después de 34 años trabajando, ahora estoy en el paro y como la cosa me temo que va pa´ largo, pues tengo que fogá, ¿sabéis lo que es eso?, pues que necesito algo que hacer para quemar energía.

Trabajando en hostelería, tratas con todo tipo de personas al cabo del día, clientes y compañeros de trabajo, y si además la mayoría son mujeres, que somos muy charlatanas y llevamos muchos años trabajando juntas, filosofamos mucho de familia, noticias, arte, cultura, actualidad en general y cotilleos; pues eso es lo que me falta, compartir.

Cuando estoy cocinando con la radio puesta y me viene a la cabeza algo que creo es interesante y que podría compartir, lo escribo en el ordenador, y como me he apuntado al feisbuk, lo comparto con la corrala cibernética de familia y amigos.

Ahora me han dicho que sería interesante que hiciera un blog. Pues vamos a ello.

Advierto que son cosas mías, igual hay veces que se me va la olla, son cosas cortitas del día a día y los que me leen hasta ahora dicen que les hace gracia, sólo escribo cuando encuentro algo que me inspira y creo que se puede compartir.

SI ME QUERÉIS, SEGUIDME.

lunes, 27 de mayo de 2013

PONER ETIQUETAS



Cuando yo era chica, mi madre dice que con una silla pequeña de anea, un peine y una muñeca me pasaba las horas muertas, -así de tranquila era-, no entiendo  por qué ahora, de mayor, cualquier cosa que oigo con la que no estoy de acuerdo me arrea un chispazo que me revoluciona todos los nervios del cuerpo y me vuelvo peleona. No me reconozco y tiene que ser cosa de las hormonas, -aunque sé que con este tema me pongo muy pesada-, pero me estoy investigando intro pa´ mi y no tengo otra explicación. Me pongo a hablarlo con mi gente y me dicen: -“Paqui, eso lo cuentas en una crónica”-, “¡Pero  si os lo estoy diciendo a vosotras!”, -“pues una crónica pa´ compartirla, que aunque no lo creas (y no me lo creo), eres algo así como la conciencia del pueblo llano,… pero mu llano, mu llano”-. ¿Es cachonda o no es cachonda mi gente?

A lo que voy, estaba yo en la plaza oyendo hablar a mis amigas y una de ellas decía, “pues en mi pueblo (hablamos de Andalucía, ¿eh?) hay unos chicos guapísimos a rabiar, pero en cuanto abren la boca y hablan, son catetos, catetos que te echan p´atrás”- ¿Y por qué son catetos, sólo porque hablan en andaluz? ¡Por Dios!, cómo nos gusta poner etiquetas y aunque hayamos tenido un presidente de gobierno andaluz, -que por cierto nunca ha perdido su acento-, no nos quitamos esa etiqueta de catetos. No, si ahora va a ser que todos los que nacen de Despeñaperros p’arriba  vienen con un master en la boca. Lo que hay es que leer más y dejar de ponernos etiquetas, que tanta incultura no la da la tierra en la que naces, sino el no tener un poco de cultura general, que es muy bonita y te abre la mente para cuestionar y para tener curiosidad por saber.

Bueno, pues el caso es que me gusta mucho leer y me comentó mi marido que en el libro La Reina del Sur del Pérez-Reverte le había comentado un amigo que se nombraba a Marbella y toda esta costa y le dije, -“vaya por Dios, si eso sirve para que tú también te aficiones a la lectura, yo te lo regalo”-. Pues como tres años se ha tirado el libro en su mesilla de noche. Al principio lo abrió y después nunca más. Yo vi la serie en televisión, pero el libro no lo había leído hasta esta semana. No me extraña que mi marido lo soltara, porque la protagonista, “La Mejicana de Sinaloa”, que es como decir “La Paca de Marbella”, -pero sin pasar por el instituto Río Verde-, se explica así en el libro, textual: “Quebraron al Güero Teresa, lo bajaron y también a su primo, ahora vienen a por ti. Lo imaginó asintiendo atento, quemando mota y cruzadas las piernas, la mascada al cuello de la camisa, harás eso por mi carnal si me rompen la madre, le dirás que corra y no pare de correr, bien prietita, porque también se la querrán chingar a ella...” Pues así más o menos comienza el libro y viene sin diccionario sinaloense. Ahora comprendo que mi marido no lo leyera, pero no me ha dicho ni mú, ni he oído a nadie quejarse de que esté escrito usando esa jerga. ¿Por qué?, si es algo autóctono del lugar que describe y le da al escritor una pátina de chulería de “yo he viajado y me he documentado pa escribir el libro”, ¿o no? Pero no deja de ser una jerga autóctona y será mas o menos molona, pero no es castellano, como tampoco es castellano cuando mi padre me decía, “hay que ver las faiciones tan bonitas que tiene esa niña” o cuando mi madre me dice que tiene “un peazo de problema con el estantino”. Mis hijas se ríen y por supuesto estas palabras cayeron ya en desuso, pero ¿porqué en otras regiones hay castellano antiguo y en Andalucía catetos?, no lo entiendo y somos nosotros mismos los que nos denigramos. Hay que sacudirse la etiqueta ya y dignificar nuestras raíces, porque si no lo hacemos desde aquí, que es la base, nadie nos tomará nunca en serio, ¿eh?, no ni ná.


4 comentarios:

  1. No ni na,que razón tienes cuña.tus crónicas son un ejemplo de la gracia andaluza rebosante de intelecto.Como siempre muy interesante

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  2. Chiquilla , tu si k dices la verdad, no esos k hablan de Andalucía , sin ni siquiera haber tenido la suerte de conocer un poquito de ella y de su gente

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  3. TU SEGUIDORA DESDE LAS SOMBRAS27 de mayo de 2013, 21:12

    esa es mi Paca!!!k se mueran los pendejos!!1

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  4. la ignorancia es muy osada ,y hay mucho ignorante suelto

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