Bueno,
por si os lo preguntabais, estoy mejor, ¿eh? Bueno, más que mejor, estoy de
lujo, después de un fin de semana en esas maravillosas playas de Conil, para
acompañar a la cuñada en su cumpleaños, he pasado un fin de semana fantástico.
Ya me lo decía mi horóscopo: -“Paca, deja de comer grasas saturadas y date un
fin de semana con tu marido”. Oye, pues ha acertado. Este año que parece ser no
habrá vacaciones de crucero de lujo ni correrías por Europa, porque está el
puterío mu malo, mu malo, aprovecharemos los eventos familiares y que Marbella es
destino turístico mundial, -de lo bueno lo mejor-, para hacer patria.
Y
aquí estoy de nuevo como una avispa, con el aguijón preparado, para hacer mis
comentarios en el blog y, como dice mi hija, -“a mi madre la vas a mandar callar, ¡pero si mi madre se ha creado un blog pa´ dar su opinión, porque si no, explota!”-,
pues eso, que cuando veo la situación del país y de nuevo me pongo a escuchar a
los políticos, me pongo mala. ¡Pero esta gentuza en qué mundo vive!, políticos,
empresarios, sindicalistas… ¡al paredón!, pero ya que están tardando, o al
psiquiatra, a que les den dos collejas y se pongan a trabajar de una vez, que
dejen de robar, de tomarnos el pelo y les exploten la burbuja que se han creado
para ser intocables y pongan de una vez los pies en el suelo, que andan
completamente desligados de la realidad.
Será
que como vengo de una familia pobre, no tengo rentas y de lo único que vivimos
es de un sueldo, mi madre me enseñó que la mejor herencia que le puedes dejar a
un hijo es una buena formación, ser buena persona, no aprovecharse de los demás
y ser cumplidor en el trabajo. He tenido la suerte de vivir los primeros
mejores años de democracia, donde la igualdad, dentro de las clases sociales,
era una realidad, los sindicatos y los comités de empresa, pelearon para que los
trabajadores no cualificados pudieran tener un sueldo digno y que los que se
preocuparan de formarse, tener oportunidad de hacerlo y conseguir una
titulación para así ganar más. Tal cual, durante más de veinte años, se han
realizado catalogaciones en los trabajos exigiendo titulaciones, que por aquel
tiempo dijeron que había una enfermedad llamada “titulitis”, porque el gobierno
lo exigía a los trabajadores para catalogarlos y pagar con arreglo a la formación
que tuviese cada uno.
¿Qué
ha pasado con la clase política, empresarial y sindical del país? ¿Cómo es que
lo que les han exigido a la clase obrera durante estos años no se lo han
impuesto también ellos mismos? Así nos encontramos ahora con esta chusma, que
el que tiene preparación académica se ha dedicado a hacer leyes con las que protegerse
y así poder apropiarse de unos dineros, destinados a mejorar la sociedad, y que
en cambio se los han repartido entre unos pocos listillos, y lo más penoso es
que asistimos cada día a la imputación de uno tras otro y no pasa nada,
señores, ¡no pasa nada! y a los que votemos, de nuevo lo seguirán haciendo,
porque se irán de rositas. Están con la agonía de que no quieren dejar la
política por la cantidad de beneficios de los que disfrutan y nos los
restriegan día a día por la cara, ellos, que tiene una cara de cemento, que
puedes llamarlos como quieras, insultarlos e incluso llegar a zarandearlos y
nunca se darán por aludidos, porque siempre serán los otros, los anteriores o
los que estuvieron o los que vendrán, los culpables de lo que ocurre en este
país.
Ahora,
desde el minuto uno que se elije un gobierno, no se respeta que haya mayoría
para dejarlos gobernar, se dinamitan unos a otros y no esperan a que haya
elecciones para hacer campaña, -ya digo que desde el minuto uno en que ganan
las elecciones-, tiene al resto de partidos bombardeando y llevando la
contraria en todo, a ellos les da igual y a mí particularmente me crea un
estado de asco repulsivo de cómo se ha llegado a pudrir de esta manera la clase
dirigente. Estoy a la expectativa, porque no pierdo la esperanza de verlos,
primero despojados de todo lo que han robado, inhabilitados para volver a ejercer
en ningún cargo público como no sea limpiando aceras, -porque en limpieza de carteras
ya están diplomados- y que haya un escarmiento para que los que quieran
presentarse a algún cargo de gobierno, sepa a lo que se enfrenta si no trabaja
con honradez, y eso que se oye tan a menudo, que hay que recobrar los valores
en la sociedad…, perdona, pero durante estos años nosotros, los trabajadores, hemos formado una juventud, la mejor preparada que ha tenido nunca España, y
nos hemos preocupado de darles los mismos valores que nos dieron a nosotros, pero la clase política suspende, suspende y acojona
ver en manos de quiénes estamos. Yo particularmente, espero que la democracia
se recupere, se elimine la corrupción de los politicastros que nos dirigen en
la actualidad y vea de una vez por todas que hay justicia e igualdad para
todos. El que la hace la paga, sea quien sea.
Y sólo es mi opinión…
Cuñá no veas con el descanso de Chiclana como has cargao las pilas !!! Te van a temer los políticos. Todita la razón el corrupto al paredón.
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