EL POR QUÉ DE ESTE BLOG

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Bueno, bueno, bueno, pues se explica en pocas palabras: ESTOY EN EL PARO.

Si, después de 34 años trabajando, ahora estoy en el paro y como la cosa me temo que va pa´ largo, pues tengo que fogá, ¿sabéis lo que es eso?, pues que necesito algo que hacer para quemar energía.

Trabajando en hostelería, tratas con todo tipo de personas al cabo del día, clientes y compañeros de trabajo, y si además la mayoría son mujeres, que somos muy charlatanas y llevamos muchos años trabajando juntas, filosofamos mucho de familia, noticias, arte, cultura, actualidad en general y cotilleos; pues eso es lo que me falta, compartir.

Cuando estoy cocinando con la radio puesta y me viene a la cabeza algo que creo es interesante y que podría compartir, lo escribo en el ordenador, y como me he apuntado al feisbuk, lo comparto con la corrala cibernética de familia y amigos.

Ahora me han dicho que sería interesante que hiciera un blog. Pues vamos a ello.

Advierto que son cosas mías, igual hay veces que se me va la olla, son cosas cortitas del día a día y los que me leen hasta ahora dicen que les hace gracia, sólo escribo cuando encuentro algo que me inspira y creo que se puede compartir.

SI ME QUERÉIS, SEGUIDME.

sábado, 27 de abril de 2013

CREAR AMBIENTE



La Naturaleza es una experta en ambientes de todo tipo: los hay melancólicos, como el del borde del mar con nubes y viento, apacibles, como un campo de amapolas y margaritas, energizantes, como una cascada con abundante agua, bucólicos, como un campo de maíz. Si cuando paseas, el ambiente coincide con tu estado de ánimo, has conectado: te identificas y te sientes bien.

Yo no entiendo ni he estudiado marketing, pero soy mucho de sensaciones y de aromas. Todavía recuerdo que me dio por ponerle el agua de cocer las judías verdes a las macetas, -no sé dónde leí que tenía muchos los nutrientes- y es verdad que se pusieron muy bonitas, pero claro, igual no siempre hervía judías, también patatas, pos pa´ la maceta, acelgas, pa´ las macetas y coliflor, pues pa´ la maceta. Bueno, hubo una temporada que cada vez que entraba en la casa, olía a bicho muerto, -“¡por Dios!, ¡¿esto qué eeessss?!, ¡¿dónde se ma´ muerto el bicho?!”-, y como un sabueso mis hijas y yo olisqueando, -“¡pero mamá, qué asco, aquí hay un bicho muerto en algún lado!”-, hasta que dimos con lo que era: el agua con el que había regado por última vez las macetas, que era de coliflor y nos estaba matando.

Bueno, pues yo sería de las personas que si montara un negocio, de lo que fuese, le buscaría un aroma para que la gente se sintiese a gusto, en un SPA, aromas relajantes, en una tienda de té, aroma a hierbabuena, en una tienda de chocolate, a vainilla y canela, en una oficina, a verbena, de muebles, a sándalo y así sucesivamente.

Estuve un tiempo pendiente de una tienda súper mona que abrirían en el centro de Marbella el año pasado, sólo el escaparate ya me tenía fascinada, porque no era algo visto y evocaba a pueblos del interior. Los productos que ofrecían eran originales y algo nuevo por aquí, artesanal y muy bien presentados. Cuando abrió la tienda fui a curiosear. Bueno, pues aquello no olía a nada y el señor que había detrás del mostrador, ni subió la cabeza para mirar. Lo siento mucho, no me lo esperaba. La tienda hoy ya no existe.

Hoy he quedado con mi hija para buscar un detalle como regalo y no se quería gastar mucho. Me ha llevado a  una tienda india, que siempre paso por la puerta pero nunca había estado en su interior. Todo de primerísima calidad en tejidos indios de seda y cachemir, el interior de la tienda espectacular, todas las prendas planchadas y bien colocadas, nada de percheros apretujados. Entonces cada pieza se convierte en única y puedes apreciar los tejidos,                -aunque luego en la rebotica esté to apelmazao-, pero lo que ve el público está superior, y el aroma a los palitos de incienso que trasmina toda la calle y te conducen al lugar, me ha encantao. La señorita me ha explicado que son piezas de seda doble para que no se trasparenten y hemos comprado un foulard exquisito. Ha gastado un poco más del presupuesto, pero ha merecido la pena. Eso es a lo que me refiero cuando digo que conectas con el ambiente, no sabes porqué, es un conjunto visual y de aromas que a mí particularmente me prepara la mente para conectar, es como cuando vas por la calle y hueles a té con hierbabuena y el cuerpo te pide parar y tomar algo o hueles una tortilla con cebolla y se te hace la boca agua antes de comerla.

Al montar un negocio, creo que es importante copiar a la Naturaleza y buscar el aroma que conecte visualmente con lo que pretendes vender y fundamental preparar a la persona que vas a poner a cargo para la venta del producto, porque, como yo, habrá personas curiosas que pregunten y a las que les guste escuchar una explicación agradable, y si te atienden bien, igual vuelves incluso con una amiga. No como el petardo del dependiente de una tienda de calzados, a la que hace tropecientos años entré a preguntar por unos zapatos y me dejó traumatizá con lo que me contestó: -“ señora, yo no sé el poder adquisitivo que usted tendrá, pero estos zapatos son MUY CAROS”-. ¡La leche!, este tipo de dependiente está muy bien retratado en la película de Julia Robert, Pretty WomanPues este amigo se comió la tienda con papas.



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