EL POR QUÉ DE ESTE BLOG

EL POR QUÉ DE ESTE BLOG

Bueno, bueno, bueno, pues se explica en pocas palabras: ESTOY EN EL PARO.

Si, después de 34 años trabajando, ahora estoy en el paro y como la cosa me temo que va pa´ largo, pues tengo que fogá, ¿sabéis lo que es eso?, pues que necesito algo que hacer para quemar energía.

Trabajando en hostelería, tratas con todo tipo de personas al cabo del día, clientes y compañeros de trabajo, y si además la mayoría son mujeres, que somos muy charlatanas y llevamos muchos años trabajando juntas, filosofamos mucho de familia, noticias, arte, cultura, actualidad en general y cotilleos; pues eso es lo que me falta, compartir.

Cuando estoy cocinando con la radio puesta y me viene a la cabeza algo que creo es interesante y que podría compartir, lo escribo en el ordenador, y como me he apuntado al feisbuk, lo comparto con la corrala cibernética de familia y amigos.

Ahora me han dicho que sería interesante que hiciera un blog. Pues vamos a ello.

Advierto que son cosas mías, igual hay veces que se me va la olla, son cosas cortitas del día a día y los que me leen hasta ahora dicen que les hace gracia, sólo escribo cuando encuentro algo que me inspira y creo que se puede compartir.

SI ME QUERÉIS, SEGUIDME.

domingo, 17 de noviembre de 2013

OTOÑO


Yo tenía que estar planchando, sí, porque el cambio de armario de verano a invierno sin pasar por el otoño, -esa estación que en Marbella no existe-, porque suele haber una prolongación del verano casi-casi hasta Navidad, me provoca una cantidad de estornudos que me deja como griposa, así que voy a parar e intentar coordinar una crónica.

Cuando estaba embarazada de mi segunda hija, una tarde, para las clases de preparación al parto, me llevé a la mayor que tenía cuatro años y en uno de los ejercicios en que estábamos todas las barrigonas boca arriba con las rodillas flexionadas, aprendiendo a empujar con la tripa, mi hija corría de una a otra para ver el momento del nacimiento del bebé, pensando que iba a ocurrir en ese momento. Fue muy simpático. Luego más tarde,  estaba yo en la sala guardado la colada y oía a mi hija charlar con el padre sobre el bebé que nacería y sobre mi barriguita y en aquel momento le preguntó al padre: - “papá, pero lo que yo quiero saber es ¿EN QUE MOMENTO ENTRÓ EL BEBE EN LA BARRIGUITA DE MAMA?”-. Se hizo el silencio y oí que el padre le contestó: -“Eso se lo preguntas a tu madre”-. ¿Que qué hice?, pues la entretuve y le cambié de tema, porque aunque había leído libros sobre ¿El porqué de los niños?, no creí necesario informar a mi hija de aquello, ya tendría tiempo más adelante. Esto es una anécdota simpática que quiero compartir y que refleja lo que yo defiendo, el libre albedrío de las personas, que aunque haya estadísticas y estudios sobre a qué edad se hace esto o aquello, la decisión es del que manda.

Yo me informé de todo sobre la sexualidad leyendo, porque pasé de una época franquista en la que todo era pecado, -de pensamiento, palabra, obra  u omisión-, a leer en la revista LIB consultorios sexuales sobre todo tipo de posturas y aberraciones. Me quedé con la consulta de la chica que preguntaba que qué hacía, porque su novio le pedía hacer el coito anal y ella se negaba porque le dolía, pero él la acusaba de no quererlo lo suficiente. Le contestaron de que se lo permitiera a cambio de que mientras la penetraba la dejara introducirle a él un bastoncillo ahondando por el oído, a ver si sentía el mismo placer que ella, y así comprendería que amor y dolor no son compatibles.

Dicen que tanta libertad nos ha llevado a una pérdida de valores, pero yo creo que los valores están ahí y vives de acuerdo a unas normas que dicta la sociedad. Como estamos viviendo la resaca de una sociedad que ha vivido el día a día y que dictaba el “sálvese quien pueda y maricón el último” y el “a vivir que son dos días”, pues ahora recogemos lo que hemos sembrado y no nos gusta la cosecha.

Miramos atrás y recordamos cómo se esforzaron nuestros padres para construirse un futuro y con qué poco se conformaban, mientras te empujaban para que te esforzaras y a fuerza de trabajo conseguir un futuro mejor que el de ellos.  

La misma sociedad que nos bombardea por televisión pidiéndonos dinero para los niños que sufren, te informan de cómo las mafias se quedan con lo donado para enriquecerse.

Tampoco me gusta escuchar que lo que necesitamos es un Franco con treinta años, pero un poco de cordura para no volvernos locos con tantas contradicciones sí, y acabar con esta hoguera de vanidades donde los ricos son cada vez más ricos y los pobres son cada vez más pobres.


Me hunde la moral cuando hablan de ayudar a los pobres rebajándoles los impuestos y ver los salones sociales llenos para dar de comer al que no tiene. Odio el anuncio de la madre que le da de cenar al niño pan con pan, me remonta a una época de posguerra, ¡y no ha habido ninguna guerra!, sólo mucha avaricia por parte de gobernantes que sí han perdido unos valores éticos y de honradez, que tendrán que hacer un examen de conciencia para recuperarlos y a su vez trasmitirlo a la sociedad, porque hasta ahora lo que trasmiten no nos gusta y parece que no tienen intención de cambiar. 

2 comentarios:

  1. Que razón tienes. Como hemos llegado a esto. En un país,supuestamente desarrollado,los niños pasando hambre. El otro día en mi súper una madre muy normal ,como tú y yo,avergonzada me preguntó cuando tirábamos a la basura los caducados. Yo le contesté que no tirábamos nada a los contenedores. Cuando dándome las gracias por las molestias le pregunté si necesitaba algo me dijo ,uno o dos litros de leche que tengan uno o dos días de fecha para las niñas. Se me encogió el alma le compré leche,pero se me quedó esa amargura interna de ver la de necesidad que tenemos tan cerca . Y esos políticos robando a nanos llenas

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  2. yo estoy contigo. No se han perdido los valores simplemente se han quedado aparcados por la voragine del poder y el dinero. Estos años atrás se ha vivido con una voracidad tremenda, nunca nada era suficiente para nadie o para casi nadie. La política degeneró en negocio oscuro y tenebroso sin que se alzarán más voces que las de siempre, inconformistas, soñadores y algun que otro héro@ de la honestidad. El comentario de Ana me ha llegado al alma.

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