Ahora
que todavía tengo las pupilas dilatadas por el espectáculo que dio el Circo del
Sol en Madrid, intentaré escribir algo sobre aquello.
Pues
sí, unos pocos de los Tarantos y Montoyas, -los que pudimos-, nos fuimos pa´ Madrid
a ver uno de los espectáculos tecnológicos de luz, sonido, acrobacias, música…
y todo junto, de los mejores que hay por ahora en el mercado mundial.
Cuando
en Marbella se organizaban conciertos de primera categoría mundial tuve la
suerte de ver en directo al Jackson, Queens, Tina Turner, Prince, Joe Cocker y
Steve Wonder. En la actualidad y a pesar de que llevamos muchos años siendo el
buque insignia y referente del turismo mundial, no vienen a cantar ni los
pájaros.
Pero
bueno, se coge el coche, se paga la gasolina entre unos pocos y carretera pa´
Madrid, si quieres ver un buen espectáculo -y éste es de los buenos-.
Buenas
carreteras, los paisajes españoles fantásticos, buena musiquita en el coche, Despeñaperros,
que está de lujo y la Venta
la Perdiz a la vuelta pa´ degustar caza y lo que encarte.
Mi
hija tenía mucha ilusión de ver la decoración de Navidad de Madrid y menudo
fiasco de luces. La Plaza
de Sol y la de España empetá de gente que corría según se movían los top mantas
cuando veían venir a la policía. Con un frío del carajo y a fuerza de tinto
sobrevivimos un poco, pero tanto abrigarse y despelotarse al entrar y salir de
los sitios nos provocó un resfriado del copón y la Aspirina Plus nos ha salvado la
vida.
Le
digo a mi gente, “como el espectáculo no merezca la pena a mí no me pillan aquí
otra vez en invierno ni amarrá”.
Pero
mereció la pena, todo lo que prometía y más. Bien organizao, asientos cómodos,
la calefacción tolerable, inicio puntual, lleno hasta la bandera y una calidad
de sonido que todavía tengo las tripas bailando.
El
locutor dice al principio lo típico, que no se grabe ni se hagan fotos con
flash, porque los artistas hacen un espectáculo de luces estroboscópicas y
pirotecnia para lo cual deben estar concentrados. Pos si, en algunas canciones,
los artistas llevan trajes con luces que se encienden, se apagan y cambian de
diseño y color al compás de la música, tanto en el aire como en el suelo, con
piso interactivo que también se enciende y se apaga, y no sabes a dónde mirar
porque el escenario es grandísimo. Las dos baterías, los negros de la trompeta,
los dos cantantes en directo que le hacen los coros, la china chula, ¡pero
chula!, que toca una especie de chelo electrónico y se contorsiona a la vez con
un poderío que a cada golpe de melena, te deja sin aliento. Y la del bajo
exactamente al compás de la música, increíblemente sincronizados los bailarines
con los pasos, la música y las luces… que soy muy pesada, lo sé, pero es que me
encantó.
Y al
final fuegos artificiales, ahí ya me derretí de gusto.
Hasta
la próxima (si puede ser).
Que penita pena no poder ir con vosotros y ya no por el espectáculo en si,es por la compañia y no del sol precisamente.pa otra vez será.
ResponderEliminarPues sí. Otra vez será, ya que estas de nuevo operativa, seguiremos llenando la hucha para Eurodisney's family Tarantos y Montoyas tournee.
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