EL POR QUÉ DE ESTE BLOG

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Bueno, bueno, bueno, pues se explica en pocas palabras: ESTOY EN EL PARO.

Si, después de 34 años trabajando, ahora estoy en el paro y como la cosa me temo que va pa´ largo, pues tengo que fogá, ¿sabéis lo que es eso?, pues que necesito algo que hacer para quemar energía.

Trabajando en hostelería, tratas con todo tipo de personas al cabo del día, clientes y compañeros de trabajo, y si además la mayoría son mujeres, que somos muy charlatanas y llevamos muchos años trabajando juntas, filosofamos mucho de familia, noticias, arte, cultura, actualidad en general y cotilleos; pues eso es lo que me falta, compartir.

Cuando estoy cocinando con la radio puesta y me viene a la cabeza algo que creo es interesante y que podría compartir, lo escribo en el ordenador, y como me he apuntado al feisbuk, lo comparto con la corrala cibernética de familia y amigos.

Ahora me han dicho que sería interesante que hiciera un blog. Pues vamos a ello.

Advierto que son cosas mías, igual hay veces que se me va la olla, son cosas cortitas del día a día y los que me leen hasta ahora dicen que les hace gracia, sólo escribo cuando encuentro algo que me inspira y creo que se puede compartir.

SI ME QUERÉIS, SEGUIDME.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

CRÓNICA SOCIAL: EL CLUB BILLIONAIRE




Pues sí, fuimos al Billionaire.

Mi hermana trabaja en Puerto Banús y le dieron invitaciones doradas súper Vip´s, de la leche que te cagas.

Nos pusimos súper monas y allí nos encajamos. Tropecientos tipos con pinganillos en la puerta. Ningún problema. P`alante.

El sitio es blanco, pero barroco, muy pequeño y mírame que te miro. Nadie se nos acercó y había seiscientos millones de gente entre pinganillos, niñas monas de blanco y camareros firmes delante de las jaimas. Si no están reservadas, ¿¿¿qué hacen en toda la noche???.

Bueeeeeeno, preguntamos a un señor del pinganillo muy simpático y nos dice que si queremos tomar algo, tenemos que buscar a alguna de las chicas de blanco que pululan por allí libreta en mano, dando más vueltas que un volador en una feria, pero sin hacer nada. PERDONA, ¿¿que yo tengo que buscar a quién?? Nos damos una vuelta, la música no mola mucho y decidimos buscar otro ambiente.

 Por último, visita obligada al pipí room. DESASTRE TOTAL. Tipo cubículos de aeropuerto, por poco no me secciono la mano con una puerta rota y un olor nauseabundo, aunque está recién abierto.

Yo opino que si te ofrecen una entrada VIP en la cual se te informa que se reservan el derecho de admisión, cuando has pasado el control de la puerta, el control de los pinganillos, y todos los controles habidos y por haber, al menos alguien debe tener la deferencia de presentarse y preguntarte qué deseas, porque para florero, ya están las rosas.

SORRY BILLIONAIRE.

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