EL POR QUÉ DE ESTE BLOG

EL POR QUÉ DE ESTE BLOG

Bueno, bueno, bueno, pues se explica en pocas palabras: ESTOY EN EL PARO.

Si, después de 34 años trabajando, ahora estoy en el paro y como la cosa me temo que va pa´ largo, pues tengo que fogá, ¿sabéis lo que es eso?, pues que necesito algo que hacer para quemar energía.

Trabajando en hostelería, tratas con todo tipo de personas al cabo del día, clientes y compañeros de trabajo, y si además la mayoría son mujeres, que somos muy charlatanas y llevamos muchos años trabajando juntas, filosofamos mucho de familia, noticias, arte, cultura, actualidad en general y cotilleos; pues eso es lo que me falta, compartir.

Cuando estoy cocinando con la radio puesta y me viene a la cabeza algo que creo es interesante y que podría compartir, lo escribo en el ordenador, y como me he apuntado al feisbuk, lo comparto con la corrala cibernética de familia y amigos.

Ahora me han dicho que sería interesante que hiciera un blog. Pues vamos a ello.

Advierto que son cosas mías, igual hay veces que se me va la olla, son cosas cortitas del día a día y los que me leen hasta ahora dicen que les hace gracia, sólo escribo cuando encuentro algo que me inspira y creo que se puede compartir.

SI ME QUERÉIS, SEGUIDME.

viernes, 30 de noviembre de 2012

ECONOMÍA DE GUERRA


Bueno, aquí estoy de nuevo. Toa motivá después de  hacer unas croquetas con el pollo asao que sobró. PORQUE NO SE TIRA NÁ. Se pone en la sartén, - por favor, antiadherente -, medio vaso de aceite de oliva, media cebolla picada y se pocha, se añade el pollo desmigao, picado fino y se rehoga junto a la cebolla. Se mezcla en un recipiente un litro de leche, cinco o seis cucharadas colmadas de harina, una pastilla de caldo, una pizca de nuez moscada, se bate - que no queden grumos - y a la sartén. Rectifica de sal, remueve con cuchara de palo hasta que se despegue de la sartén y a enfriar. Cucharada de masa, huevo batido y pan rallado. Si no tienes mucha gente pa´ comer, se empolvan bien de pan rallado, se congelan y pa´ otro día.

Cuando éramos chicos, en mi casa siempre había un plato con pescaíto frito del que traía mi padre recién pescado de nuestras costas, de sabor incomparable, que me recuerda a mi niñez y que soy hija de marengo. Había bullones, jureles, besugos, vaquitas, brótolas..., después de aliñarlos los hacía dos trozos: las colitas, que tenían menos espinas, pa´ los más pequeños. Cada vez que comíamos un trozo le preguntábamos a mi padre: - "¿éste qué pescado es?, ¿azul o blanco?, ¿de roca o de cieno?..." -. Anda que hacía mi madre una pipirrana con el pescaíto frito del día anterior que le hecha la pata por encima a cualquier salpicón de mariscos del Bulli.

Cuando volvíamos del colegio, si estaba friendo pescado en adobo, olía la calle entera. Con los jureles fritos, al otro día los ponía en escabeche, deliciosos. Las sardinas abiertas y puestas en tandas con tomates,  patatas, orégano y yerbabuena,  a la moruna, de escándalo.


No se tiraba nada, en este mundo tan consumista no se entiende que una madre con poco dinero como la mía y muchos hijos, cogiese las muñecas peponas de Reyes, las guardase cuando terminaban las vacaciones de Navidad y empezaba el colegio y con un vestido nuevo, hecho por ella con retales, nos la volviese a poner pa´ los reyes al año siguiente, y yo me miro en el espejo y digo: - “¿¿estaré traumatizá y no me he enterao...??” -. Pues no, estoy gorda y sigo gorda de pena, ¿por qué? Pues porque miro lo que sobra y digo: - “¿y lo voy a tirá?, qué pena”-, y me lo como y como lo que no va a la basura se acumula en la cintura..., pues eso, barrigona. 

4 comentarios:

  1. que bueno cuñá, a la hora del café junto a mi madre y mi tia hemos leido tus cronicas y disfrutamos de lo lindo.
    eperamos la siguiente entrega de tus cronicas con 3 fans nuevas

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    1. Muchas gracias por tus comentarios, a ver si la gente se anima a escribir en el blog y así le tomo el pulso.

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  2. Paqui acabo de descubrir tus dotes literarias,y me lo paso muy bien leyendo tus crónicas,cuando nos veamos en el paseo marítimo te felicitare personalmente un saludo .Carmen.

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  3. jajaja yo sabia que la pena engorda ,pero lo de que no va a la basura se acumula en la cintura no ,muy bueno,y me has recordao que mi madre también ponia los jurelitos en escabeche.Siempre leo tus crónicas porque me gustan y porque me recuerdan también mi niñez ,felicidades

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